Se está librando una carrera armamentista lingüística en línea, y no está claro quién está ganando. Por un lado están las redes sociales como Facebook, Instagram y TikTok, que han mejorado cada vez más en la identificación y eliminación de lenguaje y contenido que viola los estándares de su comunidad.
Por el otro lado, están los usuarios de las redes sociales, que han ideado una terminología codificada diseñada para evadir la detección algorítmica. Esas expresiones se conocen colectivamente como algospeak.
Nuevos términos como estos son sólo el último desarrollo en la historia del ocultamiento lingüístico. Por lo general, estos códigos han sido empleados por pequeños grupos. Sin embargo, dado el alcance de las redes sociales, algospeak tiene el potencial de influir más ampliamente en el lenguaje cotidiano.
Debido al gran volumen de contenido publicado, las plataformas de redes sociales utilizan algoritmos para marcar y eliminar automáticamente el material problemático. El objetivo es reducir la difusión de información errónea, así como bloquear contenido que se considere ofensivo o inapropiado.
Sin embargo, muchas personas tienen razones legítimas para querer discutir temas delicados en línea
Las víctimas de agresión sexual, por ejemplo, pueden encontrar terapéutico hablar de sus experiencias con otros. Y aquellos que luchan con pensamientos de autolesión o suicidio pueden beneficiarse de las comunidades en línea que brindan apoyo. Pero los algoritmos pueden identificar y eliminar dicho contenido como una violación de los términos de servicio de un sitio.
Aquellos que infringen repetidamente las políticas de un sitio pueden descubrir que sus publicaciones han sido degradadas o se han vuelto menos visibles, un proceso llamado prohibición oculta. Y las infracciones repetidas pueden dar lugar a una suspensión temporal o permanente.
Para superar los filtros de contenido, los usuarios de las redes sociales utilizan lenguaje codificado en lugar de términos prohibidos.
Las referencias al sexo, por ejemplo, pueden ser reemplazadas por una palabra inocua como “rimel”. “Unalive” se ha convertido en una forma acordada de referirse a la muerte o al suicidio. “Contador” toma el lugar de trabajador sexual. "Corn" significa porno.
Una historia de lenguaje oculto
Aunque eludir los filtros de contenido es un fenómeno relativamente nuevo, el uso de términos codificados para ocultar el significado de uno no lo es.
Por ejemplo, el satírico ruso del siglo XIX Mikhail Saltykov-Shchedrin hizo uso del lenguaje "esopio" o alegórico. Él y otros lo usaron para eludir la censura en la Rusia zarista. Por ejemplo, el término prohibido “revolución” sería reemplazado por una frase como “el gran trabajo”.
Muchas subculturas han desarrollado sus propios códigos privados que solo entienden realmente los miembros del grupo. Estos se conocen con una variedad de nombres, como argot, cant o slang.
Polari era un lenguaje privado utilizado por hombres homosexuales en Gran Bretaña a principios del siglo XX, en un momento en que el sentimiento público contra la homosexualidad estaba muy alto. “Oficio rudo”, por ejemplo, se refería a una pareja sexual de clase trabajadora.
La jerga que rima también se ha empleado para ofuscar el significado de uno a los extraños. Un término como teléfono, por ejemplo, puede reemplazarse por un equivalente que rime, como "perro y hueso", y luego abreviarse como "perro". De esta manera, un miembro de una pandilla podría solicitar públicamente que otro miembro lo llame, y hacerlo incluso en presencia de la policía.
La jerga con rima cockney, que surgió en el Londres del siglo XIX, es quizás el ejemplo más conocido, aunque hay varios otros.
Leetspeak evolucionó en la década de 1980, cuando los intrépidos pioneros de Internet se aventuraron en línea para usar sistemas de tablones de anuncios. Algunas de las soluciones que crearon para evadir la moderación todavía se usan hoy en sitios como TikTok.
Esta forma de subterfugio lingüístico generalmente implica el uso de números y símbolos como sustitutos de las letras. “3” parece una E mayúscula al revés, “1” parece una l minúscula, “$” puede tomar el lugar de la letra s, y así sucesivamente. El término "leet" en sí mismo a menudo se escribe como "1337".
Aunque se usa más comúnmente cuando se escribe sobre sexo, algospeak también ha demostrado ser útil en otros contextos. Por ejemplo, fue empleado el año pasado en Irán por quienes protestaban contra la represión del gobierno contra la disidencia. Se utilizaron errores ortográficos creativos como "Ir@n" para evadir la censura.
El ocultamiento genera falta de comunicación
Hace aproximadamente una década, cuando los emojis se convirtieron en una forma popular de aumentar los mensajes de texto, nació un nuevo medio para eludir la moderación de contenido.
Como describo en mi libro publicado recientemente sobre la falta de comunicación, se emplearon frutas y verduras que se asemejan vagamente a partes de la anatomía humana para eludir las políticas que prohíben el contenido sexual.
Como resultado, el humilde emoji de berenjena y melocotón adquirió significados claramente nuevos en el mundo en línea. Y en 2019, tanto Facebook como Instagram tomaron medidas para bloquear su uso como sustitutos sexuales.
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Las diversas plataformas de redes sociales parecen estar atrapadas en una creciente disputa con sus usuarios. Los sitios pueden bloquear ciertos términos, pero esto lleva a que surjan nuevos equivalentes de algospeak para ocupar su lugar.
Diferentes sitios tienen diferentes reglas que prohíben diferentes términos, y lo que se considera aceptable y lo que no, cambia constantemente.
* Decano Asociado y Profesor de Psicología, Universidad de Memphis.
