El fundador y presidente de Facebook, Mark Zuckerberg, quiere una regulación internacional para internet en la que lleven la batuta los gobiernos, y no empresas privadas, en lo relativo a protección de datos, información política y valoración de contenidos.
En una columna de opinión que publican este domingo varios diarios en todo el mundo, Zuckerberg -que se ha visto en los últimos años envuelto en polémicas por los problemas de privacidad y manipulación en su red social- aboga por "rehacer las reglas para internet para garantizar el bien".
"Necesitamos un papel más activo de los gobiernos y las regulaciones", asegura Zuckerberg, que pone como posible referente en este ámbito la nueva normativa europea de protección de datos.
A su juicio, no se puede esperar de una empresa privada que tenga que valor contenidos políticos e incluso decidir si se han de bloquear.
Si empezásemos hoy desde el principio, no se esperaría de una empresa que tomase estas decisiones por sí misma.
Una regulación política en este ámbito podría ser el marco básico sobre el que las empresas podrían moverse, argumenta el fundador de la mayor red social.
Esta normativa, continúa, debería ser general para ser efectiva, para que las distintas redes sociales y aplicaciones con las que se pueden compartir contenidos deban ceñirse a las mismas reglas.
Una idea sería que organismos independientes establezcan estándares con los que medir el cumplimiento de las empresas.
En el ámbito de la información política Facebook ya ha introducido "cambios significativos" a raíz de escándalos como el de las últimas elecciones presidenciales en EE.UU., explica su presidente, pero agrega que "faltan estándares unitarios" para medir a todas las redes con el mismo baremo.
Las infracciones las deberían castigar los gobiernos, prosigue, porque Facebook puede vetar a un actor de su plataforma, pero sólo los gobiernos están en disposición de "imponer verdaderos castigos".
La columna apareció publicada en el estadounidense "Washington Post", en el alemán "Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung", en el británico "Sunday Independent" y en el francés "Journal du Dimanche".