En México, 95 por ciento de los usuarios de Internet corre el riesgo de ser hackeado o que se le robe su información personal debido al uso de contraseñas débiles para sus cuentas en línea.
De acuerdo con una encuesta de Avast, empresa especializada en seguridad cibernética, la mayoría de los internautas nacionales utiliza información personal fácil de localizar para acceder a sus cuentas de correo electrónico, redes sociales o, peor aún, a aplicaciones bancarias y para compras en línea.
“Muchos mexicanos incluyen información personal en sus contraseñas, información que a menudo se puede encontrar en las cuentas de las redes sociales, y que los ciberdelincuentes pueden usar potencialmente para descifrar contraseñas”, advierte la compañía.
La encuesta de Avast revela que cuatro de cada 10 usuarios (43 por ciento) utiliza la misma contraseña para proteger varias cuentas.
A mediados del año pasado, la firma de ciberseguridad CD Networks informó que México ocupó la tercera posición entre los países con más hackeos en América Latina y la quinta a nivel mundial.
La razón, según explica la encuesta de Avast, es que los mexicanos todavía no están creando contraseñas seguras.
El operador Verizon encontró que 81 por ciento de los hackeos se relacionan con contraseñas débiles, cifra superior a 62 por ciento de los robos de información que se da a través del acceso a páginas falsas o descargar archivos desde fuentes desconocidas, o a 51 por ciento que se detecta a través de malware.
Según el reporte publicado esta semana por Avast, entre la información frecuente que los mexicanos utilizan en sus contraseñas están sus propios nombres o el de algún familiar, seguido por sus pasatiempos, la fecha de su cumpleaños, el nombre de su mascota o de alguna celebridad, así como su libro o película favorita, información que se puede encontrar fácilmente en las redes.
Habrá otros que utilicen claves aún más sencillas, con secuencias de números o letras fáciles de detectar.
Según la compañía de ciberseguridad SplashData, el año pasado las contraseñas más comunes utilizadas por los usuarios de la web fueron la serie “123456”, seguida por la palabra “password”, las cuales repitieron los primeros dos lugares de un año antes.
A esto se suma que existen programas como HashCat, una herramienta de código abierto que fue construida para recuperar contraseñas, que ahora es capaz de descifrar palabras clave, como las de ingreso de sistemas operativos como Windows, que consiste en ocho caracteres.
Esta herramienta puede descifrar el código en menos de dos horas y media y es un programa totalmente legal.
Para evitar el robo de información, los expertos recomiendan crear contraseñas con 16 caracteres o más que incluyan números, letras y signos, que utilicen palabras que no estén relacionadas con el usuario y utilizar distintas claves en las cuentas que se tengan en la red.
Además, las tendencias de ciberseguridad caminan hacia el uso de biométricos, como la huella digital o el reconocimiento facial como una alternativa para las contraseñas, aunque también se ha comprobado que estas opciones no son infalibles.