Luego de años de espera, The Callisto Protocol llegó. Es el sucesor espiritual de Dead Space y está dirigido por Glen Schofield, uno de los co-creadores de aquella saga; mantiene mucho del horror y acción sofocante del título que lo inspiró, pero que le agrega su propio toque y un lore profundo lleno de misterios.
La historia llevará a Jacob Lee, el protagonista interpretado por Josh Duhamel, a la prisión de Black Iron ubicada en Callisto, una de las lunas de Júpiter. Después de una pequeña estadía, un disturbio provoca que los prisioneros escapen de sus celdas, infectados por un misterioso virus que los transforma en monstruos.
Jacob, con ayuda de su amiga Dani, interpretada por Karen Fukuhara, encontrará la forma de sobrevivir.
El gameplay te adentra a los pasillos de la locación que han sido tétricamente diseñada y que entrega la sensación de desesperación que se vive en Black Iron. En cada vuelta de esquina encontrarás enemigos que probarán tus nervios y reflejos, un combate que evoca las aventuras sobre el USG Ishimura, pero que está basado en armas más realistas como pistolas y escopetas.
Las primeras horas son cruciales para aprender mecánicas de la pelea cuerpo a cuerpo, algo que te ayudará a ahorrar balas a lo largo de la experiencia, con la capacidad de esquivar ataques con el stick, como si se tratara de una pelea de boxeo en Fight Night.
El viaje completo ronda alrededor de ocho a 10 horas, con una trama lineal que se aprecia en los tiempos modernos con videojuegos de más de 100 horas; a pesar de sus falencias, como unos controles poco intuitivos o problemas con el manejo del inventario, su historia brilla y la cantidad de momentos memorables, ya sea en sustos o en visuales viscerales, elevan el título.
Los fans del horror y supervivencia no pueden perderse una de las entregas más sólidas de fin de año; además, la espera por el remake de Dead Space será más llevadera con Callisto Protocol que mantiene el espíritu de aquella historia, en un nuevo universo.
Nota publicada en La Voz de la Frontera