En poco más de 15 días, Telmex debe detallar al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) cómo realizará proceso de separación funcional de la empresa Teléfonos del Noreste (Telnor) para cumplir con las medidas de competencia efectiva que mandata la ley.
Sin embargo, el proceso va lento y no tiene claridad, ya que se ha encontrado con el retraso de la compañía de Carlos Slim para cumplir con su obligación, al tiempo que no ha definido el esquema de separación, y con un Sindicato de Telefonistas que se rehúsa a transparentar las cifras de empleados que deben conformar una nueva empresa.
De acuerdo con el IFT, Telmex es un agente preponderante en el mercado, lo que significa que la cantidad de clientes que tiene le abre la posibilidad a manipular los precios en detrimento de la competencia y de los clientes.
Por ello, el regulador de las telecomunicaciones determinó que Telmex debe separar a Telnor para crear otra empresa, lo que significa transferir todos los activos y personal a una compañía nueva.
El sindicato se ha opuesto a esto debido a la incertidumbre que genera la creación de una empresa sin garantías.
El proceso de separación, que fue ordenado por el regulador de las telecomunicaciones el 27 de febrero de 2017, deberá quedar concluido a más tardar el 31 de enero del año entrante.