La producción de la refinería Francisco I. Madero de Tamaulipas tocó fondo. En septiembre produjo en promedio 26 barriles diarios de petrolíferos. La capacidad de procesamiento de la planta con más de un siglo de operaciones es de 190 mil barriles por día.
Sin embargo, debido a las complicaciones después de más de un año de trabajos de rehabilitación, la planta que ocupa un área de 544 hectáreas con 22 plantas de proceso, aporta el equivalente poco más de cuatro mil litros diarios de petrolíferos.
Ese volumen está lejos de los más de 22 millones de litros diarios que produjo en diciembre de 2012, de acuerdo con información de Petróleos Mexicanos (Pemex).
La planta, inaugurada en 1914 y propiedad de la estadounidense El Águila hasta la expropiación petrolera, es hoy una de las seis que opera la empresa productiva del Estado, pero lleva más de un año en crisis. En agosto de 2017 Pemex inició paros programados para darle mantenimiento a las instalaciones, por lo que la maquinaria paró cuatro meses después.
Según los planes de la petrolera, el objetivo era que la refinería alcanzara una producción de 130 mil barriles al día para enero de este año, después se pospuso la meta de producción para marzo.
Carlos Treviño, director de la empresa, reconoció en agosto problemas para completar el mantenimiento, lo que tiene a la refinería con altibajos en la producción y muy lejos del nivel esperado.
En conjunto, las seis refinerías que tiene Pemex cerrarán el sexenio con una contracción de 57 por ciento en su producción entre 2012 y 2017.
El próximo gobierno ha señalado que buscará contrarrestar la caída en la producción de los derivados del petróleo. El plan consiste en destinar 50 mil millones de pesos para el mantenimiento de las refinerías que ya existen.
El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, señaló a mediados de octubre en Tamaulipas que destinará cuatro mil millones de pesos sólo para la refinería de Ciudad Madero durante el próximo año. Además, aseguró que su administración gastará ocho mil millones de dólares para construir una nueva en Dos Bocas, Tabasco.
El objetivo de la estrategia de López Obrador es que a mediados del próximo sexenio el país deje de importar gasolinas y sea autosuficiente en la producción de combustibles.
Ramsés Pech, analista en energía de la consultora Caraiva y Asociados, considera que no basta con invertir en el mantenimiento de las refinerías existentes, pues las condiciones actuales ya no permiten recuperar la capacidad de producción.
“Se necesita más inversión, pues lo que necesitan las refinerías son reconfiguraciones y cada una cuesta aproximadamente entre 40 mil y 70 mil millones de pesos”, estimó el especialista.
Abel Hibert, quien formará parte de la oficina de la Presidencia de la República en el próximo gobierno, explica el estado actual del sistema de refinación: "básicamente fue una falta de inversión. Hubo una caída en la inversión muy fuerte en los últimos años”.
Además, dijo, en México "tenemos un problema, nosotros producimos un tipo de petróleo que nuestras refinerías no pueden procesar. Por eso se tiene que buscar la reconfiguración de estas plantas".