El Pacto Oaxaca no será un intento más de los tantos que ha habido para impulsar a la región menos desarrollada del país, dice motivado Francisco Cervantes. La prueba, dice el recién electo presidente de la Concamin, es que hay 18 mil millones de dólares de capital taiwanés, esperando permisos para aterrizar.
“Han habido muchos intentos para impulsar el sur- sureste, desde Porfirio Díaz, y no queremos que este sea un intento más”, responde a El Sol de México luego de estrechar la mano de decenas de empresarios y del propio jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, minutos después de haber sido reelecto como presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).
El dirigente del organismo que representa a a 110 cámaras y asociaciones selló en agosto el plan de desarrollo industrial denominado Pacto Oaxaca. Hacia un Sur Sureste del Futuro , junto con gobiernos de nueve estados y el propio presidente Andrés Manuel López Obrador.
En seis años llegarán a la región más de 100 mil millones de dólares, calculó hace seis meses el líder de los industriales. Seis meses después, Francisco Cervantes está motivado y platica de su reciente viaje a Asia para serenar a un grupo de empresarios taiwaneses que están inquietos por invertir.
“Acabo de ir a Taiwán porque se me están desesperando, hay mucho interés internacional (…) Hay ya 18 mil millones de dólares listos, esperando permisos para aterrizar”, cuenta entusiasmado.
Y no sólo es Taiwán, hay apetito de inversionistas de España, Estados Unidos, Canadá y Francia por invertir en la región.
—¿Qué falta para que esa inversión se active?
—Dos cosas nada más: tener listo el proyecto integral para ver dónde están las vocaciones de cada uno de los estados, dónde pueden invertir las industrias, y la tramitología.
El proyecto ya está listo, se desarrolló en los últimos seis meses con la UNAM, el IPN y el CIDE, y se presenta hoy en Puebla, en la Sesión Plenaria para integrar la Agenda Estratégica para el Desarrollo de la Región Sur-Sureste. Ahí estará Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia.
El tema ahora son los trámites, la liberación de permisos y la aceleración de gestiones, principalmente en el sector energético, por parte del Centro Nacional de Control del Gas Natural (Cenagas) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
“Estamos teniendo problemas con alguna parte del gobierno en energía. Sólo en el sector energía, donde Cenagas y también un poco CFE no han podido liberar permisos y nos tienen a muchas industrias perdiendo muchos millones”.
Estas demoras, dice sin dar más detalles, también tienen que ver con el retraso en la presentación de los proyectos de energía del Acuerdo Nacional de Inversión en Infraestructura del Sector Privado, que en principio se esperaba para finales de enero. Hay proyectos parados, terminales de hidrocarburos y otros para la industrias automotriz y manufacturera.
“Con el estudio (que se presenta hoy) definimos dónde vamos a acomodar a las industrias para que vengan las inversiones en conjunto y puedan servir como empresas tractoras, para construir cadenas productivas, que es el plus que va a tener este proyecto”, refiere.
Ya se identificó la vocación, necesidades y capacidades en infraestructura y de personal en ocho estados. Para Guerrero, precisa, habrá un proyecto específico en mayo, debido a que se encontró una vocación más turística que industrial.
Con estos resultados se definió un plan de inversiones en infraestructura que incluye centros logísticos a lo largo de los 230 kilómetros que abarcará el Corredor del Istmo de Tehuantepec.
“Vamos a aprovechar toda la línea de derecho de vía para poner centros logísticos con capacidad aduanal, así como ductos y fibra óptica”, adelanta a este diario.
“El Pacto fue para arrancar, y ahora el proyecto integral que vamos a presentar al Presidente y a la oficina de Alfonso Romo va a ser la directriz de qué vamos a hacer para que no vuelva a ser otro intento más”, dice Francisco Cervantes antes cortar la entrevista, porque los saludos y felicitaciones no paran.