Tras salir el nombre de la presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky, y la directora general de la Comisión Nacional del Deporte, Ana Gabriela Guevara, entre los beneficiados por el Servicio de Administración Tributaria con condonaciones de impuestos en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, el presidente Andrés Manuel López Obrador evadió los cuestionamientos y expresó: “No me gusta personalizar”.
Durante la conferencia mañanera comentó que hasta sus adversarios ya se portan bien, por lo que rechazó profundizar en el tema.
López Obrador aseveró que ya se acabó el mal sueño de las condonaciones fiscales, las cuales continuaban incluso a la llegada de su gobierno, pues no permitirán que nadie abuse legalmente.
En la lista que hizo pública la asociación civil Fundar se señala que la directora de la Conade fue perdonada con más de nueve millones de pesos, mientras que Polevnsky con más de 16 millones de pesos, incluso más que Juan Collado, quien enfrenta un proceso penal por presunto fraude en la Caja Libertad.
No me gusta personalizar, no es eso el asunto, es como si estoy yo dale y dale con mis adversarios, los conservadores, que además hasta se están portando muy bien
Llamó a seguir el ejemplo del panista Diego Fernández de Cevallos, tras publicarse la lista de los beneficiados por el Servicio de Administración Tributaria con condonaciones de impuestos en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Reconoció que “el Jefe Diego” no evadió su responsabilidad y está dando la cara para ponerse al corriente en los adeudos fiscales.
“En el caso de Diego Fernández de Cevallos, me pareció correcto que ya está en pláticas con el SAT, para ponerse al día. No evade, da la cara, enfrenta. Así debemos de actuar todos cuando no estamos al corriente. Lo importante es rectificar no caer en la autocomplacencia, sino rectificar. En general es un llamado a todos y de esa manera fortalecer la hacienda pública”, exhortó.
Además, aseguró que la prohibición de condonaciones fiscales ha sido vista con buenos ojos, porque es “muy injusto para los campesinos, obreros”, que existan “hijos predilectos, hijas del régimen”, que no pagan o se les condonan impuestos.
Señaló que esta reforma, la clasificación como delito grave del fraude fiscal y del fraude electoral, no son motivos de temor para quienes cumplen con la ley.