El crecimiento económico de Estados Unidos se mostró más sólido que lo previsto en el tercer trimestre, con una revisión al alza que lo ubica en 2.1% anualizado, de acuerdo con la segunda estimación del gobierno.
El Departamento de Comercio aumentó en 0.2 de punto porcentual la expansión de la principal economía del mundo, cuando los analistas esperaban que se mantuviera la primera estimación de 1.9%, tras registrarse aumentos del PIB de 2% en el segundo trimestre y de 3.1% en el primero.
Las inversiones empresariales habían marcado un retroceso de 3% en la primera estimación fundamentalmente debido a las tensiones comerciales que atrasan la toma de decisiones, pero al final ese retroceso fue de 2.7%.
En tanto, el consumo, tradicional motor de la economía con una incidencia de 70% en el PIB estadounidense, se mantuvo sólido con un aumento de 2.9%, con un fuerte repunte (8.3%) en los gastos en bienes duraderos, como autos o electrodomésticos.
El mercado inmobiliario, en tanto, avanzó 5.1%, el mayor crecimiento en dos años, ante las bajas tasas de interés.
En plena guerra comercial, las exportaciones, que habían registrado un descenso de 5.7% en el segundo trimestre, se recuperaron ligeramente en el tercero, a 0.9% contra 0.7% en la primera estimación.
Las importaciones también registraron un aumento de 0.8%, mayor a lo inicialmente estimado.
Sin embargo, estas buenas revisiones vieron contrastadas por una baja en el gasto público, que avanzó 1.6%, menos que el 2% estimado inicialmente.