Las empresas recortaron 9.1 por ciento sus inversiones en maquinaria, equipo y proyectos de construcción durante julio, un ajuste de ese tamaño no se observaba desde noviembre de 2009.
Ese año, la economía mexicana enfrentaba todavía los efectos de la crisis financiera global que estalló un año antes y también de una pandemia mundial por influenza que se había declarado en el primer trimestre de ese ejercicio.
En julio pasado, con una economía en plena desaceleración, las empresas optaron por reducir de manera significativa sus inversiones, principalmente en la compra de maquinaria y equipo (-12.8 por ciento) y en proyectos de construcción (-6.9 por ciento), respecto al mismo mes de 2018.
Así, la Inversión Fija Bruta que las empresas usan para mantener sus procesos productivos acumuló seis meses con caídas a tasa anual, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Según su reporte, el único rubro en el que las empresas gastaron más durante julio fue en equipo de transporte, aunque el incremento a tasa anual fue de apenas 0.1 por ciento.
En este contexto de desaceleración de la economía en su conjunto y de la inversión pública y privada, el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, admitió que el sector público invierte "muy poco" en desarrollo de infraestructura, y por ello se busca sustituir el gasto corriente para aportar por proyectos productivos.
En el Foro Forbes, dijo que en 2009, el sector público destinó seis por ciento del PIB a la inversión en infraestructura, pero en la actualidad bajó a 2.9 por ciento.
"La inversión total del país es cercana a 22 por ciento del PIB, lo que quiere decir que la inversión privada es siete veces más grande", detalló en el foro en la Ciudad de México.
Según datos del último Informe de Finanzas Públicas , en los primeros ocho meses del año, la inversión física federal se desaceleró 15.2 por ciento en relación con el año previo.
El Sol de México publicó que con base en un análisis de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), las empresas del ramo en 18 entidades del país están en números rojos, debido a los subejercicios del presupuesto federal para infraestructura.
El gobierno, dijo ayer Herrera, inició un proceso de recomposición del gasto público, pero esto toma tiempo y “no se puede hacer de un día para otro".
El secretario hizo además algunas anotaciones sobre la economía en su conjunto: “Tenemos 33 trimestres sin una recesión, a crecimientos muy mediocres, porque ha sido muy mediocre en los últimos años, pero sin una recesión”.
Frente a los riesgos de una recesión global por las tensiones internacionales el país debe estar listo. La secretaría a su cargo, dijo, es "extraordinariamente prudente" con la construcción del presupuesto y la implementación de programas que impulsen proyectos productivos para generar un efecto contracíclico.
La estrategia, añadió, se centrará en mejorar la recaudación fiscal en 700 mil millones de pesos anuales, así como generar políticas públicas claras para permitir que los fondos de ahorro se inviertan en desarrollo de infraestructura. "Lo que tenemos que asegurarnos es que el sector privado encuentre condiciones para poder invertir", concluyó Herrera.
En el mismo foro, Guadalupe Phillips, CEO de ICA, aseguró que este año no ha sido muy diferente al arranque de otros sexenios para la construcción, que tiene ciclos muy marcados de expansión y contracción que coinciden con los inicios de cada administración.
"Las empresas debemos tener la disciplina de trabajar en estos ciclos. Estamos en la parte baja del ciclo y nos tenemos que ajustar a esta parte. Nosotros no estamos en números rojos, no va a ser un año bueno para nosotros, pero no significa que sean malas noticias, sino que nos estamos preparando para y estamos en el proceso de tener proyectos que construir", dijo.
ICA se asociará con empresas mexicanas y presentará propuestas de obras no solicitadas para el Plan Nacional de Infraestructura en el sector energético, hidráulico y movilidad, apuntó.