El confinamiento social impactó a emprendimientos de transporte como el de Urbvan, una startup mexicana que nació con la idea de llevar a las personas desde sus casas hasta oficinas.
Debido a que muchas empresas se vieron obligadas a implementar esquemas de teletrabajo para evitar la propagación del virus, la compañía de transporte vio un desplome en la demanda de su servicio entre marzo y abril, por lo que tuvo que renovar su oferta.
“Tuvimos que reaccionar de forma rápida para poder seguir ofreciendo el servicio”, comentó a El Sol de México Iván Lemale, gerente de Experiencia de Usuario en Urbvan.
El servicio de vanpooling tenía dos esquemas: el B2C, que consistía en que los usuarios solicitaban el viaje sobre una ruta establecida, es decir, una camioneta los recogía en una parada y los llevaba hasta la zona de su trabajo, en Santa Fe o Polanco por ejemplo. Este modelo representaba 70 por ciento de sus viajes.
El otro esquema era el B2B, en el que Urbvan tenía un acuerdo de exclusividad con empresas para transportar a diario a sus empleados desde sus casas hasta la oficina y viceversa.
Este modelo representaba 30 por ciento de los viajes de la compañía, pero a partir de mayo se convirtió prácticamente en la totalidad de sus servicios.
Debido al confinamiento y el desplome de usuarios particulares, la firma se enfocó en su negocio empresarial, sobre todo con empresas de industrias denominadas como esenciales, las cuales continuaron con sus operaciones y tenían que garantizar la seguridad de sus colaboradores.
Fue así que Urbvan logró cerrar acuerdos con compañías como Procter & Gamble y Bonafont, e incrementar su participación con Amazon, además de ofrecer su servicio a empresas farmacéuticas e incluso de alimentos, para hacer entregas de delivery.
“En el esquema B2B trabajábamos con unas 20 empresas antes de la pandemia y hoy en día tenemos una cartera cuatro veces mayor”, comentó.
Previo a la pandemia, los clientes principales de la startup eran oficinistas, empleados administrativos de zonas como Polanco o Reforma, en las que la compañías anticipaba un crecimiento exponencial para este año. Pero ahora las rutas se han modificado y trasnportan a operativos hacia zonas de plantas y hubs industriales.
Incluso Lemale contó que están trabajando en un esquema que conecte ciudades, además de incrementar las localidades en los que Urbvan tiene presencia. La compañía ofrecía servicios principalmente en la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, pero a raíz del trato con Bonafont se han expandido a Culiacán y a Villahermosa, además de que están próximos a abrir rutas en Querétaro.
Este cambio también implica que la startup requiera más camionetas, en beneficio de sus socios, ya que tan sólo en el caso de Amazon pasaron de 10 unidades exclusivas para darle servicio a la empresa a más de 100.
Al igual que otros servicios privados de transporte vía apps, Urbvan trabaja con socios, es decir, personas que ponen sus camionetas a disposición de la compañía. Previo a la pandemia, contaba con 500 camionetas con capacidades de 12 a 20 pasajeros.
A la fecha, están en operación poco más de 400, pero según Lemale ya se están recuperando y proyectando hacerse de más unidades, incluso camiones tipo turista, con más de 40 asientos.