Carlos Urzúa, la carta fuerte de Andrés Manuel López Obrador para conducir la Secretaría de Hacienda en la próxima administración, envió un mensaje de calma a inversionistas, asustados por la fuerte presencia de Morena en ambas cámaras del Congreso. Habrá responsabilidad fiscal y libre flotación del tipo de cambio, les dijo.
Habló con inversionistas de Wall Street, pero también de instituciones financieras con operaciones en México. Lo hizo cuando no habían transcurrido más de 12 horas desde que uno de los candidatos en la carrera presidencial reconoció el triunfo del tabasqueño.
El próximo gobierno apoyaría la iniciativa de crear un consejo fiscal apartidista para cuidar las cuentas públicas, ofreció quien fuera secretario de Finanzas del Gobierno del Distrito Federal (hoy Ciudad de México) de 2000 a 2003.
La creación de este consejo había sido propuesta por el Fondo Monetario Internacional (FMI) a finales de 2015, pero fuerechazada por la Secretaría de Hacienda. Este año, organismos como el Instituto Mexicano para la Competitividad, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado y otros insistieron en la iniciativa.
La posibilidad será evaluada, lo mismo que una reforma al sistema de pensiones “pero no en este momento. Vamos a tratar de hacerlo entrado el sexenio, ya cuando tengamos todo lo demás bien puesto”, dijo Urzúa a inversionistas.
Urzúa delineó la agenda del grupo de transición. Se trabajará con el actual gobierno para revisar la línea de crédito con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y sí, su posible revocación.
Se prevén ahorros de entre 1.0 y 2.0% del Producto Interno Bruto (PIB) centralizando compras de gobierno y por combate a la corrupción, dijo.
Sobre la mayoría que se perfila podrían alcanzar los legisladores de la coalación en el Congreso, dijo que se haría “más fácil el día a día” para el gobierno de López Obrador pero no se está considerando cambiar leyes. Habrá una política macroeconómica, fiscal y monetaria responsable y buscará mantener un superávit primario; se respetarán las instituciones, la autonomía del banco central y la flotación del tipo de cambio.
Para garantizar la prudencia en el manejo de las finanzas, algunas organizaciones no gubernamentales (ONGs) han propuesto establecer un “consejo fiscal”, con el que Urzúa dijo que estaban de acuerdo.
Sobre Pemex, cuya producción de hidrocarburos ha venido declinando sostenidamente en lo últimos años, Urzúa fue claro: “Uno tiene que analizar eso porque los costos de entrada pues pueden ser costos laborales excesivos. Hay que ver, hay que estudiar el asunto, pero todo se va a estudiar”.
Urzúa, quien ha sido consultor del Banco Mundial (BM), la Comisión Económica para América Latina (Cepal), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) dijo que se buscará reducir programas sociales redundantes o ineficientes y que concentrarán algunos en ayudar a personas mayores y a los jóvenes.