Petróleos Mexicanos (Pemex) puede librar un recorte adicional a su calificación crediticia el año entrante, pues logró estabilizar la producción petrolera, los niveles de refinación, así como el incremento de la deuda.
Desde mediados de este año, las agencias internacionales Moody’s y Standard & Poor’s tienen en perspectiva negativa la calificación crediticia de la empresa productiva del Estado, apenas un escalón por encima de que los bonos de deuda de Pemex sean considerados como “basura”. La perspectiva negativa implica una alta probabilidad de que la calificación baje en el corto plazo.
Por su parte, Fitch Ratings ya tiene la nota de la compañía como bono basura, degradación que anunció en junio.
En conferencia de prensa Juan Rich, director de Análisis y Estrategia Bursátil del banco Ve por Más (Bx+), recordó que hasta septiembre de este año el bombeo de petróleo y la refinación se estabilizó a 1.7 millones de barriles diarios. En febrero de 2019, la cifra era de un millón 623 mil barriles diarios.
Juan Rich añadió que la deuda de Pemex al cierre del tercer trimestre alcanzó 1.888 billones de pesos. Este dato es 112 mil millones de pesos menor al reportado en el mismo lapso del año pasado, lo que representa una disminución de 5.6 por ciento en el endeudamiento total.
Los ingresos operativos de la empresa, es decir, los recursos que obtiene la petrolera menos lo que gasta, aumentaron 30 por ciento entre el segundo y el tercer trimestre de este año.
Según el analista, estos resultados apuntan a una mayor estabilidad en cuanto al dinero que tendrá disponible la petrolera para pagar su deuda, lo que puede generar que las calificadoras internacionales mantengan la calidad crediticia sin cambios durante 2020.
“Por primera vez en años la producción de Pemex se ha estabilizado en hidrocarburos y refinados (y) los niveles de deuda de Pemex han reducido. Si se mantiene esa tendencia las calificadoras no bajarían el grado de inversión de la empresa o al menos Moody’s, que es la que falta que revise la nota”, apuntó en conferencia.
“Creo que nosotros mismos estamos más espantados por Pemex que los inversionistas extranjeros”, mencionó. Para Juan Rich, el hackeo del que fue víctima Pemex la semana pasada no tendrá impacto en la calificación crediticia de la empresa.
BAJO CRECIMIENTO
Para el cierre de año, el banco perteneciente a Grupo Kaluz previó que el crecimiento económico del país será de 0.1 por ciento, mientras que en 2020, el Producto interno Bruto (PIB) se expandirá 1.2 por ciento.
El pronóstico para 2019 de la institución financiera es ligeramente inferior al obtenido en la última encuesta del Banco de México entre especialista del sector económico, quienes prevén una expansión de la economía de 0.2 por ciento.
Según Alejandro Saldaña, economista en jefe de Bx+, los factores que frenan el crecimiento son la incertidumbre, el subejercicio del gasto público, la baja producción de petróleo y las tasas de interés.
Para mejorar el ritmo de la economía, añadió, es urgente acelerar la inversión pública y privada. Por ello, consideró, el plan de infraestructura será clave para dar certeza en el gasto productivo.