La industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo después de la actividad petrolera y ante este panorama la startup, Maqui, desarrolló un software que permite a las empresas textiles agilizar sus procesos de producción, evitar toneladas de desechos y generar ahorros.
A través de una plataforma en la nube, Maqui permite a las empresas conocer en tiempo real el proceso de la producción, detectar cuellos de botella, predecir la demanda del mercado y optimizar los procesos con la inteligencia artificial y aprendizaje automatizado (machine learning).
Melina Cruz, cofundadora y directora comercial de Maqui, platicó a El Sol de México que identificaron problemas que van desde retrasos por la falta de inventario, hasta errores en la producción que afectan la disponibilidad de productos. Al solucionarlos, se pueden reducir los costos hasta en un ocho por ciento en un inicio.
"No existía una comunicación fluida que permitiera tanto a las marcas como a las maquilas tener una visión precisa del progreso real de la producción. Esto nos impulsó a crear Maqui, para brindar una solución que ayude a mitigar los impactos negativos derivados de la falta de inventario completo o de retrasos en los procesos", comentó la cofundadora.
Si bien Maqui surgió a inicios de 2023, la startup logró obtener 1.5 millones de dólares en una ronda de inversión. Su objetivo es expandir su presencia en el mercado textil mexicano y desarrollar nuevas funciones para su plataforma en la nube.
"Además de ser un aliado esencial para las marcas que buscan mejorar su responsabilidad ambiental, en Maqui aspiramos a ser quienes contribuyan a operar de manera más eficiente la industria textil en México", explicó Cruz.
El modelo de negocio se basa en crear alianzas estratégicas con marcas textiles para medir la cantidad de productos producidos y las órdenes de seguimiento generadas en su plataforma.
Actualmente, Maqui opera con más de 500 maquiladoras y marcas regionales como Cueros Vélez, fabricante de calzado y bolsos. Además, maneja producciones de hasta 200 mil productos textiles al mes y asegura haber reducido los costos de producción en ocho por ciento en marcas colombianas, su mercado inicial.
Según datos proporcionados por la startup, por cada 100 kilogramos de ropa producida en fábricas, se pierde un valor económico de hasta 68 dólares. Esta pérdida se debe al desperdicio de tela cortada (41 por ciento), a las prendas rechazadas (32 por ciento) y al exceso de inventario (27 por ciento).
Sin embargo, además de las pérdidas monetarias, la producción textil también tiene un impacto ambiental. Sólo en la Ciudad de México, al año se desechan tres mil 700 millones de toneladas de residuos textiles, según datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. De estos residuos, sólo se recicla uno por ciento.
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Además del impacto ambiental, Maqui busca ayudar a la industria textil Latinoamérica a enfrentar desafíos y aprovechar oportunidades como el nearshoring, donde marcas que solían producir en países como China e India están migrando hacia el país.
Por ello, Maqui, con su enfoque en tecnología y digitalización, busca mejorar la eficiencia y competitividad de la industria.
"En Maqui somos firmes creyentes de nuestra región y queremos dar esta tecnología considerando los resultados que podrían surgir de todos estos cambios en el mercado textil", comentó la cofundadora de Maqui.