NUEVA YORK. La capital de Estados Unidos, Washington D. C. se estaba quedando sin gasolina este viernes, incluso pese a que la red de distribución de combustible más grande del país aumentó las entregas tras un ciberataque, por lo que las autoridades aseguraron a los conductores que los suministros volverán pronto a la normalidad.
El cierre del Colonial Pipeline durante seis días es el ciberataque más disruptivo hasta la fecha y ha dejado en evidencia la vulnerabilidad de la infraestructura vital estadounidense para los ciberdelincuentes.
Las compras por el pánico generalizado continuaban dos días después del reinicio de la red de oleoductos, dejando a las estaciones de servicio en todo el sureste de Estados Unido sin gasolina, incluso en áreas alejadas del sistema.
Los precios en los surtidores están en su nivel más alto en años, dos semanas antes de que comience la temporada alta de conducción del verano boreal, cuando aumenta el tráfico. El precio nacional promedio de la gasolina ha subido a casi 3.04 dólares, el más caro desde octubre de 2014, dijo la Asociación Estadounidense del Automóvil.
La escasez en las estaciones de servicio de Washington, DC, aumentó al 87% el viernes, frente al 79% del día anterior, dijo la firma de seguimiento GasBuddy. El presidente Joe Biden aseguró a los conductores que los suministros deberían comenzar a volver a la normalidad este fin de semana.
"La mayoría de estos estados/áreas con cortes han seguido experimentando compras de pánico, lo que probablemente sea un factor que contribuya a la lenta recuperación hasta ahora", dijo Patrick De Haan, de GasBuddy. "Tomará algunas semanas".
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Colonial Pipeline anunció en la noche del jueves que había reiniciado todo su sistema de oleoductos que une las refinerías de la costa del Golfo de México con los mercados a lo largo de la Costa Este.
Algunos estados experimentaron mejoras modestas, pero aún había cortes. Cerca del 70% de las estaciones de servicio de Carolina del Norte estaban sin combustible, con cortes en alrededor del 50% de las gasolineras de Virginia, Carolina del Sur y Georgia.