La vidente colombiana Deseret Tavares adelantaque Luis Miguel “sufre Parkinson” y además encontrará a sumadre, con lo que finalmente El Sol cerrará un ciclo desufrimiento.
Deseret predijo la muerte de Jenni Rivera yJuan Gabriel, quien además vaticina que en 2017 morirá un famosocantante de ranchero.
La vidente está convencida que su trabajo no es un meroentretenimiento: “Hay algunos que hacen predicciones yse quedan en esta parte del espectáculo; para mí se trata de unaresponsabilidad”. Explica que ella es uncanal: “Yo no soy la dueña de las predicciones, sino que hagopúblico lo que los guías espirituales responden a mispreguntas”.
Así fue cuando predijo con exactitud escalofriante lamuerte de Jenni Rivera tres semanas antes de queocurriera. Y la de Juan Gabriel, desde 2015. En el caso de lacantante, se trató de una casualidad. Estaba en una sesión conGustavo Rivera, hermano de Jenni, quien le consultaba acerca delfuturo de su carrera musical. Pero a cadapregunta, las cartas le decían algo sobre la muerte de una hermanade él. “¿De qué signo son tus hermanas?”, preguntó Tavares.“Ambas son cáncer”, respondió Gustavo, lo que aumentó laconfusión.
Entonces la vidente (que suele ser consultada porfamosos latinos y estadunidenses, como las hermanasKardashian) decidió hacer preguntas más específicas.
“Entonces en las cartas me sale: Avión, explosión y mujerblanca y gorda. Le pregunto a Gustavo quién de sus hermanas puedeser y él me responde que Jenni es más gorda que Rosy”. Tavaresllamó a Gustavo para decirle que no permitiera que JenniRivera subiera ese día a un avión... No le hicieroncaso.
Fue diferente en el caso de Juan Gabriel, cuyamuerte también predijo con exactitud al decir que “El Divo deJuárez” moriría de un infarto.
“Es difícil porque en ese caso yo no lo conocía, no teníacontacto con alguien que pudiera decirle. Y si te acercas a ellos,a veces piensan que lo haces para sacar provecho de sufama”.
Vidente desde chiquilla
Para ella, sin embargo, es una forma de vida quedescubrió desde niña, cuando adivinaba lacombinación del candado con el que su padre encadenaba labicicleta o al buscar su muñeca.
Pero el momento más importante de su descubrimiento comovidente fue cuando su padre estuvo ausente variosmeses, pues era pintor y estaba en Estados Unidos,promoviendo su trabajo artístico. Desesperadapor no verlo, la niña Tavares comenzó a orar para preguntarconstantemente “¿cuándo voy a ver a mi papá?”.
Hasta que un día, escuchó la fecha: 19 deenero de 1984. Todavía llora ahora al recordar que, alcontárselo, su madre le advirtió que no se hiciera ilusionesporque no tenían pasajes y mucho menos visa. Pero en diciembre,su padre llamó para decirles que un amigo lehabía pagado los pasajes de la familia para que fueran avisitarlo.
La vidente colombiana Deseret Tavares visitaráa México en los próximos días.