Una vez terminado el revuelo de estrellas, pasarelas por eltapete rojo, discursos y recepciones, con las que se dio porconcluida la ceremonia de inauguración y la función de gala conla producción francesa de Etienne Comar, Django, el certamenadoptó desde ayer viernes su ritmo habitual, donde algunas veceslo peor puede ser seguido, dentro de pocas horas, por lo mejor, yaque las películas siguen una a otra sin parar en todas las sedesdel certamen.
Tenemos ya algunos buenos ejemplos de esto y, si se trata dereferirse a filmes que ilustran estos dos extremos entre lo malo ylo bueno, o por lo menos interesante, la película de inauguraciónse presta a tal comparación y, por ende, al disfrute de las quesiguieron, ya que Comar coloca la barra muy baja con su filme quepresenta el caso real del célebre guitarrista gitano DjangoReinhard, narrando lo acontecido en 1943 en su vida, mientrasFrancia estaba aún bajo la ocupación nazi.
Django, quien disfruta en un París ocupado de la tolerancia delos alemanes, quienes aprecian su talento, aunque la música gitanaestá vetada por ellos mismos, toma paulatinamente consciencia delo que ocurre a sus paisanos gitanos perseguidos y eliminados, aligual que los judíos por los hitlerianos. Huyendo de unainvitación de los alemanes para trasladarse a Berlín, con elobjetivo de que diera una serie de recitales para los dirigentesdel Tercer Reich y las tropas alemanas, Django se refugia en Suiza.La película concluye con su reaparición en París, ya liberado, yla presentación de una obra musical que él mismo compuso a lamemoria de los gitanos perseguidos y eliminados por los nazis.
Como se puede entender, el contexto era el idóneo para que estefilm inaugurase la Berlinale, quizás el único de los tres másimportantes festivales cinematográficos europeos, bien conocidopor su preocupación por estar al tanto y tomar el pulso de lasituación política y social de su tiempo.
En un momento en el que en Europa el problema de los refugiadosdel Oriente Medio, Siria y África, las minorías y la crisis en laUnión Europea alimentan el avance de los partidos y movimientosconservadores y de extrema derecha, a la vez que del otro lado delAtlántico el sr. Trump y sus energúmenos hacen otro tanto, era deesperar que la propuesta de la Berlinale fuera a favor de latolerancia y de la condena del extremismo se haría patente demanera fuerte y convincente, justamente a través de la películade inauguración.
El resultado no fue desgraciadamente a la altura, puesto queDjango resultó ser un filme mal dirigido y hasta torpe, noconvincente, a pesar de las evidentes buenas intenciones de surealizador. En breve, el traje del festival le quedó muy grandepara la talla y el alcance de la película de Gomis.
No se podría, por el contrario, decir lo mismo para unapelícula en competición el día de ayer y de otras en lassecciones paralelas.
HUNGRÍA DE CALIDAD
La producción húngara De Cuerpo y Ánimo, de la veteranaIldiko Enyedi, a pesar de la línea temática minimalista, de losintentos de acercamiento sentimental entre una joven científica yun ejecutivo de edad mediana, quienes trabajan en un matadero,demostró que la realizadora/guionista no ha perdido un ápice desus sentidos y dotes de observación y de narración a medios tonos(recordamos su obra maestra Mi Siglo Veinte, realizada en 1989),donde la mayoría de las cosas y de los sentimientos se sugieren através de una realización que se muestra atenta a los ínfimosdetalles y al desarrollo de sus dos excelente actores, AlexandraBorbely y Geza Morcsanyi. La película beneficia, ademásgrandemente, a las referencias a veces casi surreales que salpicanla narración, entre las cuales destaca el detalle de los sueñosidénticos que tienen los dos protagonistas y que sirven para quelogren empezar a acercarse emocionalmente…
De la otra película en competición el día de ayer, me temoque no puedo decir gran cosa porque no logré verla… preferí unpar de otros filmes que me parecieron más interesantes, y conrazón, diría yo, a juzgar por los resultados…
Mencionaré el titulo, se trata de La Cena (The Dinner), laprimera película norteamericana en competición, donde elrealizador israelita Oren Moverman, establecido en EU, apoyado porun elenco encabezado por Richard Gere, propone un drama familiarcon referencias sociopolíticas.
GERE ANTI-TRUMP
Gere fue recibido ayer aquí en audiencia privada por lacanciller alemana Angela Merkel, para hablar de la situación delTibet… estando el budista Gere al frente de una asociacióninternacional de protección de aquel territorio. No se supo si setocó igualmente el tema Trump… probablemente sí… El añopasado le había tocado a George Clooney entrevistarse con lacanciller a raíz de la presencia de este último en la Berlinale,ya que encabezaba el elenco de Ave César, la película deinauguración, dirigida por los hermanos Coen.
El actor estadounidense se unió a las críticas que lasestrellas de Hollywood han lanzado en contra Donald Trump y, enrueda de prensa, señaló que desde que éste asumió lapresidencia “ha crecido el número de crímenes motivados por elodio”.
Pasando de la oficial a las secciones paralelas, anotaremos lamuy interesante película georgiana Mi Familia Feliz, de la parejaNana Ekvtimishvili y Simon Gros, estrenada en la sección delForum.
Se trata del retrato de una mujer madura, una profesora deeducación media, quien decide alejarse de las convencionesmatrimoniales y de familia tratando de volar por sus propiasalas.
Agudo sentido de observación de su vida y de su entorno, unacercamiento donde el realismo se pone al servicio de una sutilpero firme critica del orden establecido, son las característicasde este film, donde se puede sentir de tiempo a otro la herenciadel gran maestro del cine georgiano Otra Ioselliani.
CHAVELA VARGAS
Obra fuerte y emocionante a la vez resultó ser, sobre unregistro diferente, el documental Chavela, presentado en lasección Panorama.
Se trata del exhaustivo retrato de la apasionante vida de lagran cantante mexicana Chavela Vargas, llevado a cabo con fuerza ysensibilidad por la australiana Catherina Gund, valiéndose ademásde material audiovisual nunca revelado aquí. El numeroso públicoque acaparó la sala de proyección salió emocionado y estremecidoal término del film.
Fue esta una gran y fuerte experiencia el día de ayer y dealguna manera un preámbulo a las actividades de Focus-México, lasección especial de la Berlinale dedicada al cine mexicano.
Acto primero, la comida de trabajo que la embajada mexicana enBerlín organizó en su sede para los participantes de esteevento.
A continuación y, mientras que las publicaciones diarias de losfestivales, como el inglés Screen International dedicaban sendosartículos al evento, los integrantes de la delegación mexicanaque viajó aquí compuesta por productores, cineastas, encargadosde las comisiones de de filmaciones, tanto de la Ciudad de Méxicocomo de varios Estados mexicanos, empezaron sus reuniones detrabajo con sus colegas extranjeros.
Las numerosas actividades previstas están reseñadas en unaútil publicación presentada y difundida ayer aquí por Imcine,mientras que Matthijs Wouter Knoll, el director del Mercado delcine (EFM), dentro del cual se llevan a cabo estas actividades,haciendo referencia a los importantes lazos del cine mexicano conel EFM, señaló que “para nosotros era un paso muy lógicoempezar con México esta nueva sección del foco sobre un país”.Mientras que el tono leve y humorístico llegó, como era deesperarse, por el director del certamen Dieter Kosslick, quien,hablando ayer a un diario anglosajón, aconsejó ofrecer comidamexicana para el medio día por unos stands especiales colocados allado de las sedes de la Berlinale.