Isaac Salame, socio y operador del recién inaugurado Comedy Club expresó: “Llevo nueve años como profesional del stand up y, desde hace tiempo, tuve la inquietud de abrir un lugar como éste”.
Ubicado en Álvaro Obregón 293, en el corazón de la Condesa, donde hasta julio del año pasado estaba el legendario Imperial Club, este nuevo lugar representa un sueño largamente acariciado, pero también es, según Salame, parte de un proceso natural del crecimiento del stand up en México.
“Yo creo que la inquietud venía del hecho de que, como comediante, yo decía ‘me hace falta esto, me hace falta esto’ y, a lo mejor, un empresario de bares que le apostó al stand up para llenar su lugar, no sentía lo mismo.
“Yo les decía ‘mira cómprate un micrófono bueno’ y me respondían ‘este está bueno, lo compré en Steren’.
“Eso como comediante, luego como público también me encontraba con sillas incómodas o escenarios mal ubicados. El movimiento del stand up comenzó siendo underground y no había un lugar que pensara en cumplir las necesidades de todos aquellos que participan en un show. Esa es la filosofía que tenemos aquí”.
Con mesas dispuestas en forma de semicírculo frente a un escenario bien iluminado, una amplia selección de bebidas, un menú creado por la chef Linda Cherem y un audio de primer mundo, el Comedy Club abrirá, por lo pronto, de jueves a sábado con comediantes ya consagrados en la escena nacional. Pero también busca convertirse en un espacio que fomente el desarrollo de nuevos exponentes del género. “Parte de nuestra misión es hacer una curaduría del stand up. La escena ha crecido tanto que, en muchos casos, cualquiera toma cuatro clases y ya se siente capaz de subir a un escenario y cobrar por ello. Eso daña a la industria del stand up.
“Aquí tenemos un cover que va de los 250 a los 300 pesos, que es lo justo para pagar bien a los comediantes.
Al público le aseguramos que, por ese cover, se va a reír durante dos horas seguidas. Además, presentaremos un nuevo elenco cada noche para tener variedad.
“Yo digo que la risa debe estar en la canasta básica de la salud y toda gran ciudad debe tener hospitales, bomberos, policía y un comedy club, porque la risa nos hace sentir bien”.