/ domingo 25 de septiembre de 2022

Lucha libre, risas, baile y música: Adán Jodorowsky renace con concierto en CDMX

Enfundado en su traje de luchador, el músico tuvo que soportar los golpes que le propinaron los rudos

Risas, baile, invitados especiales, plátanos volando por los aires y hasta lucha libre convergieron en el concierto que Adán Jodorowsky ofreció en el Auditorio BlackBerry de la Ciudad de México.

Según él mismo afirmó, "renació" en este show de poco más de dos horas, donde interpretó temas conocidos y otros que rara vez toca en vivo, y hasta se tomó el tiempo de sostener un encuentro de lucha libre contra dos retadores que lo interrumpieron a la mitad del concierto.

Aunque tuvo dificultades, tras un breve encuentro de casi cinco minutos el cantautor salió victorioso y pudo continuar con su show sin mayores contratiempos.

El show se conformó por éxitos como Dancing to the radio, Color café, Aline, Estoy mal, El ídolo, Amor sin fin y Banana split, durante el cual sorprendió al tomar una penca de plátanos y lanzó uno a uno al público.


El recuerdo de su hermano Cristóbal, quien falleció el pasado 15 de septiembre, estuvo presente, pues Adán le dedicó el show e hizo una mención especial cuando cantó Déjame llorar.


"Cristóbal, Cristóbal, Cristóbal", se escuchaba gritar al público mientras sonaba la canción, y el artista se limitaba a verlos con una expresión conmovedora.


"Quería agradecerles por presenciar este concierto, muchos saben que he pasado por momentos difíciles por la muerte de un familiar, pero este concierto hay que vivirlo, hay que sonreír y celebrar la vida. Siempre lo hago para él", exclamó mientras dirigía su vista hacia el cielo.


En esta celebración de su renacimiento no podían faltar los invitados especiales. Bandalos chinos fueron los primeros y se enlazaron vía telefónica para interpretar Departamento. El David Aguilar se le unió para cantar Amor de verano.


Daniela Spalla y Santino también estuvieron presentes para acompañarlo en Niña roja y Machistador, respectivamente. El último fue un niño llamado Gibran, quien ganó la dinámica que hizo en redes sociales y subió al escenario cuando tocó turno a El solitario amor.


Antes de despedirse, el cantante adelantó que a partir de este momento, y obedeciendo a su intención de renacer, "cada disco que haga será un concepto y cada canción será un experiencia".


Por ello, durante Estrella inmortal invitó a los presentes a soltar sus tensiones mediante una dinámica, que consistió en sentarse y guardar silencio durante unos segundos, para levantarse de un salto cuando sonara el último coro.


Risas, baile, invitados especiales, plátanos volando por los aires y hasta lucha libre convergieron en el concierto que Adán Jodorowsky ofreció en el Auditorio BlackBerry de la Ciudad de México.

Según él mismo afirmó, "renació" en este show de poco más de dos horas, donde interpretó temas conocidos y otros que rara vez toca en vivo, y hasta se tomó el tiempo de sostener un encuentro de lucha libre contra dos retadores que lo interrumpieron a la mitad del concierto.

Aunque tuvo dificultades, tras un breve encuentro de casi cinco minutos el cantautor salió victorioso y pudo continuar con su show sin mayores contratiempos.

El show se conformó por éxitos como Dancing to the radio, Color café, Aline, Estoy mal, El ídolo, Amor sin fin y Banana split, durante el cual sorprendió al tomar una penca de plátanos y lanzó uno a uno al público.


El recuerdo de su hermano Cristóbal, quien falleció el pasado 15 de septiembre, estuvo presente, pues Adán le dedicó el show e hizo una mención especial cuando cantó Déjame llorar.


"Cristóbal, Cristóbal, Cristóbal", se escuchaba gritar al público mientras sonaba la canción, y el artista se limitaba a verlos con una expresión conmovedora.


"Quería agradecerles por presenciar este concierto, muchos saben que he pasado por momentos difíciles por la muerte de un familiar, pero este concierto hay que vivirlo, hay que sonreír y celebrar la vida. Siempre lo hago para él", exclamó mientras dirigía su vista hacia el cielo.


En esta celebración de su renacimiento no podían faltar los invitados especiales. Bandalos chinos fueron los primeros y se enlazaron vía telefónica para interpretar Departamento. El David Aguilar se le unió para cantar Amor de verano.


Daniela Spalla y Santino también estuvieron presentes para acompañarlo en Niña roja y Machistador, respectivamente. El último fue un niño llamado Gibran, quien ganó la dinámica que hizo en redes sociales y subió al escenario cuando tocó turno a El solitario amor.


Antes de despedirse, el cantante adelantó que a partir de este momento, y obedeciendo a su intención de renacer, "cada disco que haga será un concepto y cada canción será un experiencia".


Por ello, durante Estrella inmortal invitó a los presentes a soltar sus tensiones mediante una dinámica, que consistió en sentarse y guardar silencio durante unos segundos, para levantarse de un salto cuando sonara el último coro.


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