Ajedrez y éxito: así es la revolución de Gambito de dama

La miniserie narra la fascinante historia inspirada en la novela de Walter Trevis del mismo nombre, publicada en 1983

EFE

  · jueves 26 de noviembre de 2020

Es la miniserie más vista de la historia de Netflix, ha incrementado la compra de tableros de ajedrez y despertado una fascinación global por este juego. Hasta hace algo más de un mes, el "gambito de dama” era únicamente una de las aperturas de juego más antiguas del ajedrez. Ahora, y desde el estreno de esta ficción, el imaginario colectivo piensa, al escuchar estas palabras, en la miniserie de siete capítulos de Netflix que narra la fascinante historia inspirada en la novela de Walter Trevis del mismo nombre, publicada en 1983.

Desde su emisión, las búsquedas referidas al ajedrez se han duplicado en Google, en Ebay se ha aumentado la venta de tableros y la plataforma de ajedrez online Chess.com, incrementó por cinco sus suscripciones. Además, según Netflix, es la miniserie más vista de su historia, ocupa el número uno en 63 países.

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La ficción dirigida y producida por Scott Frank narra la historia de Beth Harmon (Anya Taylor-Joy), una niña huérfana que comienza a jugar al ajedrez en el sótano de su orfanato con el Señor Shaibel (Bill Camp), el conserje de la institución, quien acaba siendo su tutor, además de descubrir su prodigioso talento, hasta coronarse como campeona del mundo.

Según su autor, el personaje se inspira en varios jugadores, como Robert Fischer, Boris Spassky y Antoly Karpov, aunque según dijo a The New York Times al publicar el libro, se inspiraba sobre todo en sí mismo. “Cuando era pequeño me diagnosticaron una enfermedad reumática del corazón para la que me dieron unas drogas muy fuertes. De ahí tomé la dependencia de Beth, escribir sobre ella ha sido una especie de purgatorio”, declaró Trevis.

“Es todo un mundo en solo 64 cuadrados. Me siento segura en él. Puedo controlarlo, puedo dominarlo y es predecible. Así que, si me hago daño, sólo me tengo a mí misma para culparme”, explica en uno de los capítulos Beth Harmon sobre el ajedrez, que no sólo es el hilo conductor de la serie sino el eje de la vida de la protagonista, que pasa de jugar al ajedrez en un sótano a vencer a los maestros consagrados.

Anya Taylor-Joy, la actriz que da vida a la jugadora, advierte que “en gran parte, la seducción del ajedrez es que, si aprendes sus reglas, puedes entender cómo va a reaccionar alguien y tener movimientos para ello”.

Harmon madura deprisa, vive un ascenso rápido e insólito debido a su edad en relación con la de sus adversarios, además de ser la única mujer en competir, aspectos irrelevantes para el personaje, que “no entiende por qué la gente habla de su género en lugar de sus habilidades como jugadora”.

Unas habilidades que la actriz tuvo que aprender para interpretarla, sirviéndose para ello de “maestros increíbles” del ajedrez como Bruce Pandolfini y dar forma al personaje que desde su entrada en escena engancha al espectador a través de un particular mundo interior con forma de tablero de ajedrez.