LAS VEGAS. Con su propia ceremonia del grito por la Independencia mexicana, ya tradicional en sus conciertos de 15 de septiembre en Las Vegas, Alejandro Fernández cumplió con el público que eligió verlo en un fin de semana en el que la oferta de intérpretes mexicanos se multiplica.
En un show que duró poco más de dos horas, Fernández rindió tributo a México, a su música y a su padre Vicente Fernández, interpretando algunos de sus temas tradicionales, entre ellos "De qué manera te olvido" y "El rey".
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"Gracias porque con tantas opciones compraron boletos para estar con nosotros", dijo el cantante en su primera interacción con el público.
Para la noche del 15 de septiembre estaban programados en diferentes áreas y teatros de la ciudad de la eterna diversión, las presentaciones de Luis Miguel, Marco Antonio Solís, Gloria Trevi, Banda MS y Emmanuel.
Alex Fernández, hijo de El Potrillo, quien se encargó de abrir el espectáculo de su padre, fue bien recibido por el público que coreó con el joven el tema "Lástima que seas ajena", éxito de su abuelo Vicente, pero el menor de la dinastía también interpretó canciones propias, como "Te amaré”, que escribió para su hija, así como su versión de "El privilegio de amar" en género ranchero.
"Amor y patria” se llama el tour que el artista presenta en ciudades de Estados Unidos, un espectáculo que combina sus éxitos en los géneros pop y ranchero, pero dando a este último el mayor protagonismo con temas de Joan Sebastian y José Alfredo Jiménez.
Un público que empezó a protestar por la tardanza en el inicio del concierto, dio la bienvenida al Potrillo con un grito ensordecedor y demostró su lealtad al corear todas las canciones, incluidas las nuevas, como "Amor tumbado" que grabó a dueto con Natanael Cano y "No es que me quiera ir", una balada ranchera que escribió Edén Muñoz.
Más de tres décadas de carrera le dan a Alejandro Fernández las canciones suficientes para mantener un show sólo de éxitos, incluidas las canciones de su etapa popera, con temas como "Canta corazón " y "Hoy tengo ganas de ti".
CONSERVA LA TRADICIÓN
El momento más esperado de la noche fue cuando el cantante dejó que el mariachi interpretara "Huapango” de José Pablo Moncayo, mientras él se trasladó a un templete colocado en la parte de atrás de la zona preferente, para dar el grito de Independencia.
Con la bandera en la mano, Alejandro pidió los vivas a los héroes que hicieron posible el México Independiente. Al ¡viva México!, siguió una lluvia de confeti tricolor y la interpretación de “Guadalajara” y “México lindo y querido”.
Antes de despedirse cantó "Felicidades”, que grabó con el grupo Firme, "Me dediqué a perderte", "Nube viajera" que dedicó a su papá, para después darle paso a canciones de José Alfredo Jiménez, concluyendo con "Caballero" y "Como quien pierde una estrella".