La Monumental Plaza de Toros estaba a reventar. En su mayoría armados con sombreros y un vaso de cerveza en mano, 43 mil personas recibieron con una ovación de pie a Alejandro Fernández, quien está noche volvió al recinto, con su gira “Amor y patria” (la cual tendrá una nueva fecha el 26 de octubre).
Su mariachi empezó a calentar los motores del público, de pronto se apagaron las luces y el cantante apareció, portando un traje de charro negro con detalles dorados, y una sonrisa de oreja a oreja.
“El rey”, de José Alfredo Jiménez, fue la primera canción que sonó. “El potrillo” se acercó a todas las esquinas del escenario, que consistía en una plataforma en forma de cruz, para saludar a todos sus fans.
Enseguida llegó “Estos celos”, haciendo presente el recuerdo de su padre Vicente Fernández, quien se presentó en el mismo lugar con un show histórico el 15 de septiembre de 1984, donde reunió a 54 mil personas (superando por casi diez mil asistentes el aforo máximo del lugar).
“¿Cómo está mi gente? Estoy muy feliz de repetir está hazaña, de presentarme en esta icónica Plaza de Toros. Una de las más importantes del mundo, y que esté en México es un orgullo, y verla así abarrotada es un honor. Esta noche nos vamos a enamorar, a emocionar, a cantar y a llorar. ¡Arrancamos!”, expresó, antes de continuar con “Estuve”.
Su trompetista se colocaba de vez en cuando en medio del escenario y hacía gala de su talento en temas como “Hoy tengo ganas de ti” y “No lo beses”. “El mejor de México”, dijo orgulloso Fernández, cuyo show continuó con “¿Qué voy a hacer con mi amor?” y “Qué lástima”.
Los tributos a los grandes del regional continuaron con un popurrí compuesto por temas de Juan Gabriel, como “Adiós amor, te vas” y “Te sigo amando”.
“Todos hemos pasado por momentos difíciles por alguna ruptura una perdida pnun amor que se va, y si hay algo que cura el alma y nos ayuda a respirar, será un abrazo, aunque a veces ese abrazo sea el último”, reflexionó el artista, antes de continuar con “Abrázame”.
El originario de Guadalajara, Jalisco, causó furor al anunciar que había llegado el momento en el show para “desnudarse”, aunque con una sonrisa pícara, al terminar de tomar un sorbo de agua, advirtió inmediatamente que era un desnudo del corazón y del alma.
Una vez hecha la aclaración, siguió con “Eso y más”, “Sé que te duele”, “Te voy a perder” y “Te olvidé”. Sorpresivamente, Alejandro anunció la llegada de Edén Muñoz, quien lo acompañó para cantar el tema “Decepciones”.
Aprovechando el palomazo, el cantautor hizo un brindis con “El potrillo”, quien le ofreció un sorbo de una botella perteneciente a la reserva especial de la familiar Fernández, según él mismo le aseguró.
Enseguida sonó "Me dediqué a perderte", la cual es, de acuerdo con datos consultados por el cantante, su canción más escuchada en plataformas digitales. Aunque no confirmó la cifra, en diciembre informó que en 2023 tuvo un total de 50.3 millones de escuchas en Spotify, además de sumar 16.1 millones de nuevos escuchas.
Nuevamente el recuerdo de don Vicente Fernández se hizo presente, cuando el intérprete le dedicó “Nube viajera”, canción de Jorge Massías, que habla sobre un amor que ya partió.
Un homenaje más, en esta ocasión a José Alfredo Jiménez, sonó en el repertorio, con éxitos como “Si nos dejan” y “Serenata Huasteca”, a los que le siguió “Se me va la voz”.
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La gente comenzaba a abandonar el lugar, pero el cantante regresó después de unos segundos para interpretar “Caballero”, “Díficil tu caso “ y “Mátalas”, canción que pese a la polémica que se suscitó hace un par de años por quienes la señalaban de fomentar la violencia a la mujer, sigue cantando con su letra original.
Visiblemente emocionado, incluyó un bloque de canciones de su padre, donde incluyó “Las llaves de mi alma”, “Por tu maldito amor”, “Volver, volver” y “De qué manera te olvidó”. Entre aplausos, y un or de besos que Fernández lanzaba a su público, el show llegó a su fin con “Como quien pierde a una estrella”.