Alonso Ruizpalacios habla sobre su filme en pancromático: el racismo no tiene raza

El cineasta Alonso Ruizpalacios compite en la 69 edición de la Seminci con “La cocina”, festival donde se estrenó la serie “Los años nuevos”, de Rodrigo Sorogoyen, y “Polvo serán”, de Carlos Marques-Marcet

Adela Mac Swiney González / El Sol de México

  · sábado 19 de octubre de 2024

La película ofrece una mirada al interior de la cocina de un famoso restaurante en el corazón de Manhattan, revelando las jerarquías y dinámicas de poder implícitas en este entorno laboral. Foto: Cortesía Seminci

Valladolid.- El cineasta mexicano, Alonso Ruizpalacios, presentó este sábado en la 69 edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) el estreno español de “La cocina”, con la que compite en Sección Oficial.

Aunque la historia se desarrolla en un escenario extranjero, el cineasta dejó claro que no se aleja nunca de la realidad de los mexicanos, “hice dos viajes previos de investigación, donde entrevisté a cocineros sin papeles que me contaron cosas muy impactantes y dolorosas; también otras muy divertidas, mi foco principal sigue siendo la experiencia de mis paisanos”, dijo.

Para el cineasta, la película constituye un tributo, trágico y cómico, a las personas invisibles en estos espacios. “La cocina”, que es una adaptación de la obra de teatro de Arnold Wesker, reflexiona sobre la realidad de los inmigrantes que llegan cada día a Estados Unidos para trabajar en condiciones desfavorables.

El autor de las multipremiadas “Güeros” (2014), “Museo” (2018) y “Una película de policías” (2021), señaló que el filme, protagonizado por Rooney Mara y Raúl Briones, surgió de un lugar muy personal suyo. “Wesker perteneció a la generación inglesa de los ‘Angry Young Men’, estos jóvenes que durante la posguerra tenían un sentimiento de descontento y frustración en una sociedad que no les había dejado un lugar y yo conocí la obra cuando estaba estudiando actuación n Londres y, al mismo tiempo, trabajaba en la cocina de una estancia para turistas.

“Ahí fue donde me enamoré del universo de las cocinas, de su ritmo y su drama. Son lugares muy caóticos, pero también donde hay una experiencia migrante. Eso tienen en común las grandes ciudades, que son como puntos de reunión de muchas nacionalidades. Quería retratar esa torre de Babel que vi y la obra de Wesker siempre se quedó conmigo”, declaró el realizador.

La película ofrece una mirada al interior de la cocina de un famoso restaurante en el corazón de Manhattan, revelando las jerarquías y dinámicas de poder implícitas en este entorno laboral.

Sobre la decisión de rodar en blanco y negro, el cineasta comentó que “desde que empecé a escribirla lo vi así; fue un instinto, pero después descubrí que tenía que ver con borrar la especificidad temporal; me gustaba la idea de no saber cuándo tiene lugar la historia, si es hoy, o hace 20 o 30 años, y enmarcarla en una especie de fábula, quería algo que fuera un poco más allá del realismo. Además, la fotografía juega mucho con el contraste y, al final, ese es el tema de la película”.

Para el cineasta también era importante mostrar los matices en los seres humanos de distintas razas. “No me interesaba retratar a todos los blancos o yanquis como los malos y todos los no blancos como los buenos, creo que el mundo no es así, el racismo no tiene raza; si bien es cierto que históricamente algunas razas han sido las opresoras; hay algo más complejo allí que tiene que ver con el capitalismo, con quién controla los medios de producción”, abundó.

Además, “esto me hace recordar también a Wesker, que estaba siempre preocupado por el mundo que estábamos construyendo. Un mundo donde la productividad está por encima de las relaciones humanas y los sueños”.

Estrenos en la inauguración

La 69 Seminci acogió en su inauguración el estreno en España de “Los años nuevos”, el proyecto más reciente del director y guionista Rodrigo Sorogoyen, una de las producciones televisivas españolas más esperadas del año. La serie de 10 episodios y rodada en orden cronológico, sigue a una relación de pareja durante 10 años, retratando en cada capítulo una Nochevieja diferente.

“Los años nuevos”, el proyecto más reciente del director y guionista Rodrigo Sorogoyen. Foto: Cortesía Seminci

Por otra parte, la mirada sobre el fin de la vida que el director español Carlos Marques-Marcet aborda en su película “Polvo serán”, que ganó el premio a mejor película de la sección Platform en el Festival de Toronto, también fue parte de la inauguración del certamen. El argumento presenta a una mujer, interpretada por Ángela Molina, que decide viajar a Suiza junto a su marido para poner fin a su vida. Historia de muerte, pero también de amor incondicional, en la que han colaborado la cantante María Arnal y la compañía de danza La Veronal.

Marques-Marcet se planteó investigar sobre el final de la vida tras conocer la existencia de una clínica en Suiza destinada a ayudar a los que deseaban voluntariamente dejar de vivir. “Esto nos llevó a pensar cómo abordar la muerte; algo que es tan difícil, porque es decidir cómo hablar de algo que es el final de uno mismo. Creo que habría que empezar antes a hablar de la muerte. Cuando antes mejor, ¿no?”, dijo.

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La actriz Ángela Molina se enfrentó a la responsabilidad de interpretar a una mujer que decide abandonar a sus hijos antes de tiempo y, además, acepta que su marido también tome esa decisión. “Me amo a mí misma en esta historia; cuando toma esa decisión, se crea un dilema en mí y un desarrollo bestial, porque yo también tengo hijos y sé que, en un sentido, pueden sentirse desamparados”, expuso.

Sobre la decisión de morir voluntariamente, la intérprete declaró en la presentación de la película en Seminci: “pienso que es para todos el mismo viaje, y hay tantas muertes como personas, creo que cada uno tiene que asumir la responsabilidad de esa relación que ha de establecer con la idea real de que tenemos que hacer un camino que se acerca a nuestra propia dignidad y si cabe hacerlo como deseamos y con una sonrisa de agradecimiento, porque la vida y el amor son más grandes que la muerte”.

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“Personalmente, creo que es una película sobre el amor más que sobre la muerte”, consideró el coprotagonista, el actor chileno Alfredo Castro, que interpreta al marido de Ángela Molina. “Principalmente, el de un amor sin barreras, que supera a los hijos y supera el amor a la vida” y añadió que, en su opinión el filme aborda también otros temas como la migración, la homosexualidad o la eutanasia.