Para Ana Serradilla el mes de febrero será un mes de estrenos, primero llegará el día 14 a las salas de cine la película La boda de mi mejor amigo, un remake de la cinta original que en la década de los 90 hizo Julia Roberts y once días después debutará en la pantalla de Televisa con Doña Flor y sus dos maridos.
Con 21 años de trayectoria, Ana regresa también con estos dos proyectos a las producciones mexicanas, luego de que hiciera en Colombia las series La viuda negra 1 y 2 (20014-2016) y La esquina del diablo (2015).
Con Doña Flor y sus dos maridos, Ana mencionó que la convenció el tratamiento que se hizo sobre la historia original de Jorge Amado.
"Me siento bien cuidada, bien protegida, muy consentida. Estoy muy contenta, las jornadas de trabajo son realmente demandantes, actuar para televisión es muy duro y lo postergué lo más que pude, siempre le daba la vuelta y ahora con este trabajo se me dieron las condiciones y además estoy feliz”.
Serradilla reconoció que ha tenido la oportunidad de manejar su carrera como mejor le ha parecido y por eso decidió aplazar lo más que pudo dar el sí a un trabajo en televisión, pero ahora se siente plena y por eso aceptó.
"Hace cinco años me preguntaron si estaba en mi mejor momento y dije que sí, ahora me siento igual. No sé qué pase dentro de los próximos cinco años más en mi vida, hoy puedo decir que me siento en un momento profesional, personal y emocional muy bello, pero hace cinco o 10 años contesté lo mismo y sí estoy feliz”, reiteró.
Con esta telenovela, Ana también regresa a hacer comedia, un género que ha abordado más en cine con Cansada de besar sapos y ahora los estrenos de este año La boda de mi mejor amigo y El hubiera sí existe.
“Me siento como pez en el agua ahora en esta teleserie, como saben en cine el género que más predomina en mi trayectoria es la comedia y ahora estar haciéndolo para televisión me llena mucho, aunque sabemos que Doña Flor también tiene sus tintes dramáticos”.
Ana insistió en que lleva una vida tranquila y sin contratiempos, lo que le ayuda a realizar mejor su trabajo.
“Como sano, no me cargo de muchos proyectos tan demandantes porque yo llevé una etapa de cuatro años ininterrumpidos de trabajo y me di un año sabático porque me di cuenta qué me estaba acabando. Esto fue hace 15 años, entonces aprendí a tomarme algunos momentos para mí, pero sin dejar de trabajar".
Para ella es importante "poder viajar, pasar tiempo con la familia y los amigos, para nutrirme y eso yo creo que te hace ver bien físicamente, todo ayuda y especialmente rodearte de gente positiva, amable y feliz para que te contagie”, concluyó.