Nueva York, EU.- La actriz estadounidense Annabella Sciorra relató este jueves ante un jurado con la voz entrecortada la supuesta violación que sufrió por parte del productor de Hollywood, Harvey Weinstein.
"Puso su pene en mi vagina y me violó", repitió Sciorra al jurado en dos ocasiones por petición de la ayudante del fiscal Joan Illuzzi-Orbon, que ha convocado a la actriz a testificar para intentar demostrar que el acusado tiene una "actitud predatoria".
Sciorra, famosa por su papel en la serie Los Soprano, contó que esa noche (entre 1993 y 1994) tuvo una cena en Nueva York en la que estaba presente Weinstein, que se enfrenta en un tribunal de Nueva York a cinco cargos de abuso sexual, dos de ellos por violación.
Tras la cena, el productor de cine la invitó a llevarla en su vehículo hasta su casa, a lo que ella accedió.
Según su relato, en el vehículo no mantuvieron ninguna conversación de tipo sexual y cuando llegaron a su vivienda, ella subió a su casa y allí se puso su ropa de dormir mientras ordenaba algunas cosas.
Poco después, explicó con la voz entrecortada por momentos e interrumpida, a veces, por quejas de la defensa de Weinstein, que "alguien llamó a la puerta".
Era Weintein, quien después de entrar y halar un rato -según el relato de Sciorra- comenzó a desabrocharse la camisa, momento en el que ella se dio cuenta de sus intenciones.
"Me di cuenta de que se estaba quitando la camisa y me di cuenta de que en su cabeza quería tener sexo", dijo.
Luego comenzó a retroceder con la intención de llegar al baño para encerrarse, pero no llegó a tiempo.
"Me agarró de aquí -dijo agarrándose la solapa-, me metió en la habitación y me tiró a la cama".
Después dijo que no recuerda muy bien lo que pasó, que no llevaba ropa interior porque estaba con ropa de casa y que Weinstein le inmovilizó las manos y se las colocó encima de la cabeza.
"Intenté luchar pero ya no pude luchar más", agregó antes de ponerse a llorar para continuar asegurando a preguntas de la fiscal que después, Weinstein le dijo que había tenido "un momento perfecto" y le practicó sexo oral a ella a la fuerza, antes de irse.
Posteriormente, Sciorra relató que vivió "pretendiendo que nunca había ocurrido".
"Estaba muy confundida y pensé: Ojalá nunca hubiera abierto la puerta", concluyó.