Para Magos Herrera (Ciudad de México, 1970) el aislamiento de este año se convirtió en una introspección sobre sí misma. Una meditación sobre las prioridades y un análisis sobre cómo ha llevado su vida. Y si duda la música tiene presencia a priori, por lo que la auto observación derivó en un proyecto musical que lo mismo refiere a la soledad que al anhelo del reencuentro.
Se trata del disco Con alma, producido a la distancia con la compositora estadunidense Paola Prestini y una treintena de músicos quienes convirtieron sus casas en estudios de grabación para producir de manera virtual una suerte de diario sonoro de la pandemia.
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Luego del lanzamiento del disco, Herrera y Prestini ofrecerán hoy a través de redes sociales y Canal 22 el espectáculo virtual del mismo título para la presentación del álbum. Se trata de un concierto en vivo en combinación con videos musicales pregrabados que reflexionan sobre el aislamiento que paralizó al mundo; se acompañarán de dibujos en vivo de Kevork Mourad y conversaciones en tiempo real con las intérpretes.
“El disco está a la venta en todas las plataformas digitales y el espectáculo se presenta este domingo a las seis de la tarde de manera gratuita en nuestras redes sociales y televisión abierta, será una experiencia virtual muy interesante que buscamos para generar comunidad, cohesión social ahora que estamos distantes”, refirió Herrera en entrevista.
El proyecto surgió a partir de conversaciones telefónicas con Prestani sobre cómo vivían el confinamiento. Las charlas se convirtieron en narraciones de sus pensamientos y emociones que hablan de la nostalgia, del vacío, del silencio y de la esperanza por un reencuentro. No siempre, acotó la artista, son canciones tristes sino también apelan a la poesía para evocar los sentimientos del aislamiento.
La también compositora y productora refirió que en cierta medida sus obras están basadas en la pintura La creación de las aves, de Remedios Varo, que para ella es una metáfora de esa soledad y esperanza por retomar el vuelo. Además hay referencias sutiles textos de mujeres; por ejemplo, una oda a La primavera silenciosa, de Rachel Carson.
“Puedes ver el aislamiento como un momento de reflexión o no, y yo decidí que fuera de reflexión, y nos pusimos a pensar cómo usar este momento para crear cosas positivas, generar la pregunta de cómo podemos crear una transformación interna para cuando pasemos este momento y podamos salir, entonces preguntarnos qué aprendimos, cuál fue la lección”, precisó la cantante quien ha colaborado con Fito Páez, Eugenia León, Grégoire Maret, Chabuco, entre otros artistas.
Además de la catarsis emocional, el proyecto musical significó reaprender a crear música fuera de un estudio, a la distancia y con herramientas propias. “Al inicio grabamos con celular o directo a la cámara, luego fuimos descubriendo los micrófonos especiales, buscando la mejor acústica dentro de la casa y eso nos hizo aprender mucho”, apuntó.
Las grabaciones se realizaron de marzo a octubre con la colaboración de 30 músicos provenientes de tres continentes, cuyas interpretaciones fueron recopiladas a distancia de manera individual para luego crear el ensamble profesional.
En el proyecto participaron el Coro de mujeres Ensemble Sjaella, de Alemania; Constellation Choir y The Young People’s Chorus, de Nueva York; la Orquesta Sinfónica de Minería, de México; el exviolonchelista de Kronos Quartet, Jeffrey Zeigler; el clarinetista Kinan Azmeh, el arreglista y multiinstrumentista Gonzalo Grau, el arreglista Diego Schissi y los guitarristas Romero Lubambo y Vinicius Gomes.