SAN SEBASTIÁN. Con un reclamo de mayor apoyo institucional para el cine español y para la cultura, los actores Penélope Cruz y Antonio Banderas presentaron, al arrancar la edición 69 del Festival de San Sebastián, la película Competencia oficial, que inauguró ayer la sección Perlas del certamen.
Tras su paso por el Festival de Venecia, los dos actores españoles, junto con el argentino Óscar Martínez, presentaron el filme, una tragicomedia ambientada en el mundo del cine, única producción iberoamericana en la prestigiosa sección Perlas, dirigido por los argentinos Mariano Cohn y Gastón Duprat, quienes no pudieron estar en San Sebastián, balneario del norte de España.
Antonio Banderas y Penélope Cruz hablaron del apoyo que tiene el cine español por parte de las instituciones, sobre todo por la crisis que ha sufrido el sector en el marco de la pandemia del coronavirus (Covid-19).
La actriz española, quien recientemente recibió la Copa Volpi en el Festival de Cine de Venecia por su papel en Madres paralelas, aseguró que en la calle siente muchísimo cariño, respeto, "es como si tu conocieras a todos, todos te conocen a ti", pero "hasta qué punto se apoya o no a nuestro sector, eso ya es más delicado y va por temporadas".
Resaltó que son muchísimas familias las que viven de esta profesión, "no somos los tres o cuatro privilegiados que podemos elegir proyectos, soy una privilegiada y es importante recordármelo cada mañana. Es algo muy cambiante pero es una profesión que necesita sus apoyos".
Inmediatamente, al referirse a esos apoyos, Banderas apuntó "en definitiva, no los hay" y agregó que "a veces los actores nos sentimos más bien usados", además de que recordó que en las últimas elecciones generales, en los debates no hubo ni media palabra de apoyo a la cultura, ni para el cine, teatro, nada.
El intérprete malagueño resaltó, además, que "cuando uno viaja a otros países" y ve el respaldo que se le ofrece a la industria cultural, "uno se siente un poco 'dejaíllo' de la mano de Dios, como diría mi madre".
Este viernes, San Sebastián volvió a llenarse de cine, con la película inaugural, la china Un segundo, de Zhang Yimou, entre otras proyecciones, y el Premio Donostia para la francesa Marion Cotillard, que le fue entregado en la ceremonia inaugural por Penélope Cruz, en el emblemático Kursaal, sede del certamen.
"Estoy feliz de estar esta noche aquí, de entregar el premio a mi amiga, la quiero y admiro muchísimo, me impactó su papel en La vida en rosa, su creación de Edith Piaf deslumbrante, profunda, poseída por el espíritu de una figura legendaria", dijo y compartió que al poco tiempo tuvieron en un rodaje una relación cómplice, siendo una compañera generosa, cercana, noble y a la vez llena de misterios, bondad, verdad y magia, capaz de imprimir en cualquier charla, el impacto de un poema".
Cotillard, una de las actrices francesas más internacionales de la cinematografía contemporánea, emocionada, aseguró que no se esperaba que fuera su colega Penélope Cruz quien le entregara el premio y que, además, no esperaba sentir tanta emoción.
En el día inaugural del Festival de San Sebastián, que concluirá el próximo sábado 25, arrancó la sección Horizontes Latinos, con la película argentina Jesús López, de Maximiliano Schonfeld.