Después de una larga trayectoria en el ámbito musical, Bobby Sparks II llega a México para dar una única función en Bajo Circuito, para presentar su proyecto en solitario, una apuesta que pasad por sonidos funk posmodernos, jazz fusión y música electrónica.
“Creo que no tenía muchas cosas reunidas, empecé a trabajar hace 30 años con gente muy grande y a partir de ahora me he enfocado en mi propia carrera y espero poder venir a México todo el tiempo”, asegura el cantante en entrevista telefónica con El Sol de México.
Cuando habla de “gente grande”, Bobby se refiere a que fu colaborador de artistas como Ray Charles, Prince, Lauryn Hill y St. Vincent.
Sparks asegura que la cultura occidental no está interesada en la música como arte sino: “como entretenimiento. Si ves videos de la gente en los 40 y 50, todo el mundo estaba bailando, nadie le ponía atención a la música en realidad y así sigue hasta nuestros días”.
Este problema, señala, es causado gracias a los grandes medios de comunicación y a los nulos programas educativos enfocados a las artes. “En Estados Unidos no hay programas para apreciar la música en las escuelas, entonces no hay forma de que lo puedas aprender, y si no hay nada como eso no puedes saber qué sí es buena música”, comenta.
La radio y la cultura en la que vivimos, lo que impone a las personas los gustos musicales. “Si vas a los conciertos de jazz, la gente solo se aparece ahí para verse bien, la gente usa el jazz como una forma de verse mejor, de sentirse parte de la clase social alta, pero en realidad no les gusta el arte de la música o no lo entienden”.
Bobby Sparks se presenta el 31 de octubre junto con las bandas Soultik y Fiusha.