SAN SEBASTIÁN. Con una larga lista de premios que se suman a su carrera, entre ellos un Oscar, la actriz española Penélope Cruz recibió de forma sorpresiva de manos de Bono, el cantante del grupo de rock U2, el tercer Premio Donostia de esta 67 edición del Festival de Cine de San Sebastián.
Desde su llegada a esta ciudad del País Vasco, la actriz española, de 45 años, fue recibida con abrazos, ovaciones, sonrisas, fotografías. “Cuando el director del festival, José Luis Rebordinos, me dijo que yo iba a recibir un Premio Donoostia, le pregunté: ¿estás seguro? ¿no prefieres esperar unos años más?, pero él me dijo que no, que era el momento. Luego, como soy una de las chicas Almodóvar, pensé que algo podría pasar, pero ya estoy en la idea y lo estoy disfrutando mucho”, dijo la actriz.
Vestida de Chanel, la actriz nacida en el barrio madrileño de Alcobendas, no sabía quién le entregaría el Premio Donostia, pues el certamen había anunciado que sería una sorpresa. Teniendo en las butacas al actor Javier Bardem, su marido; al director español Fernando León de Aranoa, al mexicano Gael García Bernal, Rebordinos anunció a Bono, vocalista de U2 y amigo íntimo de la actriz, lo que causó una gran emoción en ella.
Tras abrazos y besos, Bono aseguró que “no todos los actores tienen tanto éxito dentro y fuera de la pantalla como Penélope”, pues además de sus reconocimientos tiene una vida fascinante fuera de la pantalla, una familia y muchas cosas más. “Penélope se pierde dentro de los demás y ese es el motivo por el que los demás nos perdemos y nos fundimos en ti”, dijo el célebre músico de rock.
Nerviosa, la premiada, expresó: “qué estado de nervios, tengo que decir una cosa a mi amigo, no tenía ni idea que iba a ser él, te quiero, te amo, esto significa tanto para mí”.
Se definió como una gran soñadora y aseguró que desde niña tuvo consciencia de que soñar despierta era la mejor manera de modelar un futuro y entre sus sueños estaba el de convertirse en madre y poder dedicarse a lo que ha sido una pasión desde que era niña: la interpretación.
“Siempre fue para mí una necesidad, este oficio te regala momentos en los que el alma vuela, que necesitas desprenderte de tu ego. El ego no tiene cabida en la preparación de un personaje, creces porque te hace tener empatía y comprensión por todos tus personajes, y eso que con algunos de ellos ni me tomaría un café en la vida real", había asegurado antes en rueda de prensa.
En el Kursaal, complejo arquitectónico sede del certamen, donde hoy se dará a conocer el palmarés de esta edición del festival, Penélope Cruz subrayó que algunos de los más importantes sueños de su vida se han cumplido y agradeció a Pedro Almodóvar, a Fernando Trueba y a Bigas Luna, a quienes definió como sus maestros.
Antes había explicado que con Pedro Almodóvar hay una unión especial desde el día que le conoció, “es algo que cada día crece, nos leemos la mente, estamos a un nivel de conexión el uno con el otro que no nos podemos engañar nunca, eso me encanta y además eso en un rodaje tiene muchos beneficios”.