MADRID. La sombra de la muerte llevó a Bruce Springsteen a escribir un disco que, paradójicamente, es "una celebración de la música, del rock and roll y de la experiencia de formar parte de una banda", razón de más para grabarlo con la E-Street Band seis años después de su último trabajo conjunto.
"Siempre me ha costado escribir un disco de rock and roll, conseguir ese poderío físico y la profundidad, pero también me ha parecido siempre lo más satisfactorio", afirma en conferencia vía zoom.
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El álbum se titula Letter to you fue producido por él mismo y Ron Aniello, para el cual se reunieron nuevamente los integrantes de la E-Street Band, con quienes grabó en 2014 High hopes (2014) y que toma el relevo al último disco solista de El Jefe, Western stars (2019).
En ese intervalo, Springsteen no escribió nada para la E-Street Band, ocupado como estaba en otros proyectos, como su biografía Born to run o la intimista residencia de conciertos en Broadway. Precisamente regresando a casa de uno de esos recitales, se produjo uno de los "dos curiosos incidentes" que le empujaron a este resultado.
"Me encontré a un chico, italiano creo, que me esperaba con una guitarra entre las manos. Pensé que quería que se la firmara. 'No, no, es para ti', me dijo", cuenta.
Unos seis meses después falleció un amigo suyo, George Theiss, con el que había coescrito las primeras canciones de su vida y con el que formó su primera banda musical, The Castiles, convirtiendo a Springsteen en el último miembro superviviente de la misma.
"Fue un sentimiento muy extraño y potente lo de volver a mis recuerdos de juventud y a todas esas personas que habían significado tanto en mi vida y que ya no estaban. Escribí una canción llamada Last man standing y, después, en unos siete días tenía todas las canciones hechas con la guitarra que aquel chico italiano me había regalado", explica.
En su viaje al pasado, Springsteen recupera algunos temas de hace décadas que nunca había publicado, como Janey needs a shooter, o Song for orphans, la historia de aquellos que luchan contra sus miedos, sus dudas y por su lugar en el mundo, tras volver la mirada a sus propias "inseguridades como guitarrista" cuando en 1972 preparaba el disco Greetings from Asbury Park, N.J.
"Creativamente siempre empiezo desde dentro hacia fuera, no con un concepto o una idea sobre qué quiero escribir, sino que intento más bien captar lo que estoy sintiendo", apunta.
El disco, que saldrá este 23 de octubre, incluye House of a thousand guitars (su favorita) una canción dedicada a la interacción con el público para convertirse en "el alma y corazón de este disco. Esa alquimia con la gente es lo que me ha interesado durante toda mi vida creativa y lo que sigue empujándome a subirme a un escenario", concluye.
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