Con cada concierto Caifanes se vuelven eternos y la entrega de su público es infinita, lo cual quedó demostrado en el Palacio de los Deportes.
Las miles de almas estaban ansiosas porque empezara el viaje musical y cuando se escucharon los acordes de Antes de que nos Olviden, la ovación se fundió con la voz de Saúl Hernández.
La explosión comenzó porque siguieron Hasta Morir, La Célula que Explota, Viento, Aquí no Pasa Nada y Nubes.
Ante el cobijo, Saúl les agradeció que su sueño siga siendo una realidad.
"Gracias a ti todo esto existe, todo es posible y todo puede suceder", expresó.
Para presentar su nuevo sencillo Heridos, reveló el gran esfuerzo que han realizado para esta gira porque ya no tienen disquera y animó a las bandas independientes que no se den por vencidas.
Sabiendo que tiene nuevas generaciones de fans, dedicaron Me dijo un ave a la infancia de México, donde Diego Herrera dio una clase magistral de su don con el saxofón.
Las emociones se salieron de control con Dioses Ocultos, Detrás de ti, Miércoles de Ceniza y Ojo de Venado, provocando que Saúl les expresara: Nos rendimos a tus pies.
A lo que coincidieron Alfonso André y Sabo Romo: "Qué privilegio estar aquí", dijo el baterista. "No mamen", agregó Sabo.
El final fue de locura con Nos Vamos Juntos, Matenme porque me Muero y Afuera, para que La Negra Tomasa fuera el clímax de la velada.