Carlos Espejel pasó por un complicado y triste 2020 tras la muerte de sus padres Yolanda Leguizamo Espejel, en septiembre y en diciembre, de su papá Carlos Espejel Díaz, de quienes se pudo despedir de forma rápida por la pandemia del Covid-19 que azota al mundo.
Ante este duelo, el actor nos comparte estos duros momentos que vivió junto a su familia. “En tres meses la pérdida de mis papás, fue un año muy feo en ese sentido, pero estoy tranquilo de que ya estén juntos, fue un proceso muy fuerte. No toca más que reponerse y salir adelante”, dijo.
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A pesar de haber sido muy recientes estos sucesos, Espejel se muestra muy tranquilo y se apoya mucho en su hermano mayor Oscar Espejel.
“No siempre estoy así, hay veces que te acuerdas y es duro. Todavía tenemos las cenizas de mis papás en casa, porque las iglesias no abren, hay que tomarlo con calma, tampoco soy el único en esta situación, con calma y despacito vamos a salir adelante”, dijo el famoso actor que le dio vida a Chiquidrácula en Chiquilladas.
Por otra parte, esta pandemia lo obligó a cerrar un teatro que manejaba en Yucatán, además su escuela de actuación en la Ciudad de México, tuvo que seguir de manera virtual. “Tuve que abandonar el teatro en Mérida, el inmueble lo dejamos porque no era mío, era una renta, era mejor deshacernos de ese compromiso. Solamente estamos con clases en línea”, abundó el actor de 48 años.
Siendo un año tan complicado para él, también lo ha sido para su hijo Fausto Emiliano, de ocho años, por las clases en línea y la falta de convivencia con sus amigos.
“Ayer salí al parque y no hay nadie, es bien difícil darnos cuenta de que es una generación que está viviendo algo inédito, sobre todo lo que más me preocupa es la convivencia con otros niños a través de la tableta y los juegos de video que es ahora donde se comunican”, afirmó.
Por ahora, Carlos está en pláticas para iniciar proyectos en su antigua casa Televisa, aunque todavía no tiene nada concreto.