“Luces, silencio todos… ¡Acción!”: Algo turbio se está confabulando en una suntuosa mansión de estilo francés, muy cerca del centro de Coyoacán, el rodaje de la nueva versión de la clásica novela del escritor y periodista mexicano Luis Spota (1925-1895), Casi el paraíso, que ahora vendrá hasta nuestros tiempos con la adaptación y dirección de Edgar San Juan, como una coproducción entre México e Italia, y un reparto binacional.
Se trata de una actualización, igual de irónica e incisiva que la historia de Spota, donde se narra la vida del joven italiano “Ugo Conti”, hijo de una prostituta, que logra colarse en las altas esferas en México, al hacerse pasar por conde. Su intromisión develará ante sus ojos los truculentos modos de vivir de quienes ejercen el poder en nuestro país a través de la intriga y la corrupción.
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DIÁLOGO CON EL PASADO
“La obra de Luis Spota es una de las mejores de la literatura hispanoamericana en el siglo XX. Cuando se publicó Casi el paraíso en 1956 se volvió en un gran éxito, tanto que se puede considerar uno de los primeros best-Sellers de la historia de México”, explica el cineasta Edgar San Juan a El Sol de México en el set de grabación de esta película.
“Algo que es muy importante de esta novela es que nos hace darnos cuenta de que en 60 años hay cosas que no han cambiado: la corrupción y la avaricia de nuestra clase política es la misma. Para esta película hemos buscado los mejores momentos de la obra para ofrecer a la audiencia una historia que propicie el diálogo, con el pasado desde el presente, para que los mexicanos nos podamos ver como en un reflejo”,
UN PAIS COMPLEJO
Cansado por las largas faenas, hablando un idioma que no conoce del todo, y sabiendo que se desvelará esa noche, el actor italiano en ascenso en su país, Andrea Arcangeli, que interpreta al mismísimo Ugo Conti, comentó a este diario lo que significa poder conocer nuestro país, a través de esta historia.
“Para mí México era una idea y, también un paraíso. Llegar aquí y descubrir, con ayuda del director, que estoy en un país con una historia política marcada por la corrupción ha sido muy interesante. Conocer a México desde adentro, sin saber qué va a pasar, como a mi personaje, me ha mostrado que se trata de una sociedad muy compleja, por eso lo tomo como un gran honor y una gran responsabilidad”, afirma el actor.
Sobre su incursión en el cine mexicano, también afirma que es una experiencia única, pues reconoce que el cine mexicano “hoy está escribiendo una de las páginas más importantes del cine el mundo”, como lo han demostrado los grandes directores Guillermo del Toro, Alejandro González Iñárritu y Alfonso Cuarón.
“LAS MUJERES SIEMPRE HEMOS LUCHADO”
Al ser una película que se grabara casi en el mismo porcentaje en México y en Italia, la actriz mexicana Esmeralda Pimentel se muestra muy emocionada, pues piensa que es una oportunidad que abre sus puertas al ámbito internacional. Pero más allá de eso, considera que con su personaje Frida Becker, contribuye a representar a las mujeres que buscan el cambio, la deconstrucción femenina y la resistencia social.
“Me encanta que cada vez haya más reconocimiento a cómo las mujeres hemos sido partícipes de la creación de la cultura y la historia. Las mujeres siempre hemos luchado desde nuestra realidad y nuestras trincheras.
“Lo maravilloso de mi personaje es que es feminista, trabaja y no tienen una agenda que esté ligada a un hombre”, dice la actriz, que piensa que esta actuación le ayuda a continuar su propia lucha, luego de haber mostrado con orgullo, en la revista Noir, las cicatrices de su explantación mamaria, que realizó tras problemas de salud a causa de sus implantes.
EL DISCURSO POLÍTICO NO HA CAMBIADO
Tras repetir algunas veces una escena en las escaleras de la mansión, así como otras en el jardín donde se “celebraba” una gran fiesta de sociedad, los actores Enrique Arreola ―conocido por sus participaciones en La dictadura perfecta y Los minutos negros― y Miguel Rodarte ―El tigre de Santa Julia y Rescatando al soldado Pérez― también charlaron, por separado, sobre el valor de esta obra tiene en el presente, cuyo original hace referencia a los gobiernos de Miguel Alemán y Ruiz Cortínez.
“Es impresionante cómo Spota y este guion se refieren a la clase política de ese periodo: joven y que no quiere madurar; ostentosa con el poder, pero conflictuada como un adolescente. Ahora una de las similitudes es que en aquellos años se hablaba del llamado ‘sueño mexicano’ y ahora estamos ante las puertas de una campaneada ‘cuarta transformación’ que México y su clase política está cruzando, con dificultades, hacia su etapa adulta.”, comenta Arreola, quien interpreta a uno de los personajes más oscuros y ligados al poder de la película.
Por su parte, Miguel afirma que para la preparación de su personaje, Alonso Rondia, secretario de Relaciones Exteriores, quien aloja en su cada a Aldo Conti, realizó una investigación en la que habló con exsecretarios de gobiernos anteriores”.
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“Los ejemplos están alrededor todo el tiempo y lamentablemente no han cambiado entre los políticos: actitudes déspotas, donde la falta de escrúpulos y el poco interés por el servicio público. Todo eso es real, por lo que me ha sido sencillo tomar elementos para la construcción de mi personaje”, afirma.
Sobre el mismo tema, Arreola comenta: “Como actores tenemos mucho material para seguir trabajando, hay que reconocer que en ellos no ha cambiado nada, cuando los vemos siguen sonando los políticos del alemanismo, del portillismo, del foxismo. Nadie ha cambiado el tono del cambio en la política. La captura de todo ello será uno de los grandes aciertos del guion de esta película y de los maravillosos actores que me acompañan”, finaliza.
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