Como lo hiciera “El Pípila” en otra época, pero con el género musical del hip hop y letras de verdadera crítica social como antorcha, la compositora chilena Ana Tijoux “encendió” a todo el público que se dio cita al concierto ofrecido por la cantautora, en el 15 de los 19 días del Festival Internacional Cervantino en su 45ava edición.
Interpretando las canciones que la han representado a lo largo de su trayectoria, la talentosa rapera presentó un espectáculo “revolucionario” apropiado para el eje central de esta edición del Festival, y representando a su país en las actividades de “El poder de la cultura”.
La audiencia que se presentó en la explanada de la Alhóndiga de Granaditas este miércoles por la noche, pudo disfrutar de un espectáculo en el que la cantautora realiza un recorrido a través de la historia musical de la chilena.
“Atipatriarca”, “Calaveritas” y “Somos Sur”, son algunos de los temas de la agrupación que fueron interpretados por la artista y los músicos que la acompañaron, que a la vez fueron coreados y ovacionados por los guanajuatenses y visitantes que asistieron al evento.
Tanto en la conferencia de prensa previo al concierto, como en la presentación, “Anita”, como se le conoce, destacó la calidez que caracteriza a los mexicanos y lo hermoso que es Guanajuato, por lo que agradeció el recibimiento asegurando que es una “gran responsabilidad” presentarse en la capital cervantina de América.
Así mismo, recordó a las víctimas del terremoto ocurrido en la Ciudad de México el pasado 19 de septiembre, que dejo cientos de victimas mortales.
Finalmente, la cantante se despidió entre los gritos de los miles de almas que se reunieron en el foro más importantes del Festival, en donde la rapera pasó el examen dejando en alto a su país, y sobre todo, el mensaje critico que dejan sus letras, hecho que provoca la reflexión profunda de nuestros actos como parte de la humanidad.