Luis Miguel salió sonriente, con buen humor y así se mantuvo durante las dos horas y media que duró el segundo de los cuatro conciertos que tiene programados en esta ciudad como parte de las actividades organizadas por las fiestas patrias de México.
Cuatro popurries y una veintena de canciones interpretó el cantante en la cita que tiene año con año con el público latino que en esta ocasión volvió a llenar el Collosseum del Hotel Caesars Palace.
Con 20 minutos de retraso, el intérprete inicio un show en el que se le vio a gusto y emocionado por la respuesta de las más de cuatro mil personas que llenaron el lugar.
Cómo acostumbra, Luis Miguel dividió el concierto en dos, la primera parte la dedicó a las baladas, los boleros le sirvieron de transición y cerró el show con mariachi.
Aunque el público se mostró animado en todo momento, con la música ranchera las emociones se desbordaron, hombres y mujeres incluso se pusieron a zapatear en su lugar con "El son de la negra" que sirvió de apertura para la última parte del concierto.
Otro momento emotivo se vivió cuando el intérprete aprovechó para dar su grito muy a su estilo con la canción "Soy puro mexicano" y lanzó en las de una ocasión el ¡Viva México! qué fue respondido con orgullo por los presentes.
Hacia el final del concierto. mientras se escuchó el tema "Sabes una cosa", una pareja que estaba en el último piso aprovechó para tomarse una foto en un balcón y mientras posaban para la cámara de uno de sus amigos, el joven sorprendió a su novia entregándole el anillo de compromiso.
La atención de la gente que estaba alrededor se centró en la pareja de novios que viajaron desde la ciudad de Chihuahua para ver al cantante, quién se mantuvo ajeno a la historia de amor que se vivió en las alturas.