Cordial, amable, atento, caballeroso… así era el cantante Alejandro Algara, el “intérprete exclusivo” de Agustín Lara, según lo nombró el propio Flaco de oro. No fue triste su retiro de los escenarios hace un par de décadas por motivos de salud, ni tampoco su partida, ya que deja una historia brillante en la música romántica de México; lo lamentable es que los públicos de hoy no lo conocen ni han oído hablar de él, pues viven absortos en redes sociales, escuchando el canto poco generoso de Maluma o Mon Laferte.
No es que Mon y Maluma no tengan atributos, el problema es que los chicos de estos tiempos torcidos ignoran que Algara triunfó en sendos festivales musicales en Polonia y Japón y está considerado entre los grandes cantantes de nuestro país.
Nació el 25 de enero de 1928 en la Ciudad de México y comenzó su carrera en la XEW en 1950. Un dato por demás interesante es que Alejandro Algara Menéndez prestó su voz en español al príncipe Felipe en el clásico cinematográfico de Walt Disney, La bella durmiente.
Poeta como era su estilo, Lara comentó alguna vez que “la voz de Alejandro Algara es el vino del recuerdo en la fuente del corazón”. ¡Órale! Y es que su tesitura de tenor lírico ciertamente acariciaba y removía las fibras más íntimas de la víscera cardiaca.
Discípulo del afamado maestro de canto José Pierson, Algara primero grabaría boleros de Gonzalo Curiel, como Vereda tropical; después, entablaría una gran amistad con el Músico-poeta cuyas obras llevó al disco y entonó con singular éxito en cine y televisión, así como en diversos escenarios del mundo. Granada, María bonita, Solamente una vez, entre otras, le quedaban como anillo al dedo.
Del mismo modo con Agustín realizó varias giras tanto nacionales como al extranjero acaparando la admiración de los grandes públicos y el reconocimiento pleno a su talento. Alejandro Algara se mantuvo en la cima de la popularidad durante las décadas de los años 50, 60 y 70 del siglo pasado y su nombre permanece inscrito con letras de oro en la historia de la música romántica de México.
El cantante capitalino contrajo nupcias con la joven actriz Mónica Prado, 20 años menor que él, y había superado una neumonía a la edad de 86 años. También interpretó temas clásicos de otros autores como Adiós mi chaparrita, La borrachita, Ojos Tapatíos, La malagueña, Enamorada y La barca de oro, entre muchas más.