Como alguien alegre y con una gran pasión por el jazz es como sus colegas recuerdan al músico brasileño Joao Henrique, quien falleció el pasado viernes por causas hasta el momento desconocidas.
Nacido en 1953, dedicó su vida a la música. Realizó sus estudios en el Conservatorio Proarte Musical de Sao Paulo en Brasil, pero la mayor parte de su carrera la realizó en México.
Llegó a nuestro país a principios de los 70, trayendo consigo “algo nuevo, diferente”, como detalla el jazzista Roberto Aymes, con quien mantuvo una amistad de más de 40 años.
“Noté que iba a influenciar esa música y ese talento, con esa alegría de interpretación, en lo que estaba sucediendo en el jazz en México. Traía un idioma diferente, genuino, brasileño, que los mexicanos adoramos desde la bossa nova, permeó a México, permeó en el gusto nacional”, comentó en entrevista con El Sol de México.
Entre los álbumes que grabó se encuentran "Jazz Latino", "Braziliando", "Mercado de Flores", "Saudade", "Brasilerissimo" y "Trio de Janeiro". Asimismo, fue uno de los principales intérpretes de Antonio Carlos Jobim, a quien le dedicó dos de sus trabajos discográficos: “Joao plays Jobim”, volúmenes I y II.
“Tuvo esa cualidad de difundir la música brasileña a otros niveles, además le dio el toque jazzístico en cuestión de la armonía, el jazz tiene también esa capacidad de fusionar distintos estilos, en este caso fusionó la música cubana con el jazz, la música brasileña y mexicana”, contó el baterista y compositor Adrián Oropeza.
Joao Henrique presentó su trabajo en los principales recintos del país, como la Sala Ollín Yoliztli, el Auditorio Nacional y el Palacio de Bellas Artes, y en el extinto foro Nueva Orleans de la Ciudad de México, uno de los puntos más importantes de la escena capitalina del jazz.
Una de sus presentaciones memorables, según narra Roberto Aymes, fue en 1985, cuando lo acompañó a tocar a Guanajuato después del terremoto que devastó la Ciudad de México el 19 de septiembre.
“Nunca supimos la magnitud de ese terremoto. Ese momento tenía una dedicatoria para poder ayudar a México en esas circunstancias tan tremendas, esa fue una gran anécdota, porque la alegría que tenía impactó en el público, ayudó a tranquilizar, aunque la gente de Guanajuato estaba lejos de ese terremoto, la preocupación era nacional”, detalló.
Asimismo, fue difusor del género en México, al ser director musical del Carnaval organizado por la Embajada de Brasil en México, por más de una década. Y desde hace 17 años estaba al frente del programa de radio “Canta Brasil”, que se transmitía los domingos por la estación cultural Horizonte; también participó en el programa “Contigo” de Canal 11.
Sobre su labor en medios, Adrián Oropeza resaltó que “habla sobre la importancia que tiene el género, 'Canta Brasil' pertenecía a una estación que difunde la música independiente o que no es comercial, y eso tiene un gran valor. Es importante que la música brasileña tenga un espacio”.
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Su labor también le valió la condecoración de la “Ordem de Rio Branco”, otorgada por el gobierno brasileño a quienes realizan aportes a la sociedad. Sus restos fueron velados en una funeraria al sur de la Ciudad de México.