Días antes de su desaparición, tras estallar el escándalo que la condujo a una cárcel de Brasil, Gloria Trevi concedió una entrevista exclusiva a El Sol de México, previa autorización de Sergio Andrade, por supuesto. La misma tuvo lugar en una casona de la colonia Tabacalera que lo mismo le servía de estudio que de oficina de contrataciones.
“Quiero ser presidenta de México”, anunció rotunda, decidida la controvertida chica al preguntarle sobre sus sueños, sus inquietudes más allá de su faceta artística. “Me mueve el deseo de ayudar a mi gente, a mi país, y elevarlo al primer mundo”, reveló, clavando la mirada en algún punto distante.
Sentada con las piernas cruzadas sobre una mesa al centro de una habitación desolada pintada de negro, lejos estaba de imaginar la pesadilla que le aguardaba y que marcaría su vida para siempre.
Años después, trasladada a un penal en el estado mexicano de Chihuahua, Gloria Trevi recuperó su libertad, luchó, reanudó su carrera artística, superó la adversidad y en la actualidad está convertida en toda una estrella del espectáculo mexicano. La lección fue tremenda, pero a final de cuentas, una lección de vida.
Fue un amargo capítulo en la existencia de la famosa cantante pop, que ha quedado en el pasado. Sin embargo, Gloria ya no es la chica locuaz, traviesa, osada, audaz, que paraba de cabeza los escenarios, y mucho menos la chiquilla que saltó a la fama como integrante del grupo Boquitas Pintadas y la única del llamado clan Trevi que conquistó el estrellato.
Sergio Andrade la llevó a la gloria, y al abismo. Al infierno. Perdió a su hija en un duelo mediático que le destrozó el alma, la vida misma y, sin embargo, dotada de un poder inmaculado logró sobreponerse y continuar adelante con bríos, entrega, decisión, trabajo. Trevi está cumpliendo 50 años de edad y disfruta la vida en lo alto de la rueda de la fortuna, desde donde admira la inmensidad de la esencia humana.
Bellísima señora. Sus horas en familia, en casa, en los escenarios, con su gente, con sus fans, la vislumbran como una mujer exitosa que logró superar las atrocidades del destino. Y ahí va encaminada, feliz, haciendo lo que le gusta hacer, cantando, lanzando mensajes de positivismo a la humanidad, dejándose querer en las duelas del espectáculo que la proyectan como un ser evolutivo, madurando día a día y ganando dinero, mucho dinero, sobrepasando su propia asquerosidad diluida en letrinas, tras las rejas, señalada por corrupción de menores, en tiempos del ayer.
Qué escándalo le tocó protagonizar. Y todavía no termina. La Trevi tiene demandada a la televisora del Ajusco y a Paty Chapoy en una danza de millones de pesos que, jura y perjura, por el dolor y el descrédito que le causaron.
Qué manera de irse el tiempo, es cierto. Cincuenta años cumple y se mantiene tan jovial. Medio siglo de vida. Las sesiones con el Doctor Psiquiatra han quedado atrás y continúa con el pelo suelto. Es su estilo, su imagen, su modus vivendi; su estilo de vida.
¿QUIÉN ES GLORIA TREVI?
Gloria de los Ángeles Treviño Ruiz, se llama. Nació el 15 de febrero de 1968 en Monterrey, Nuevo León. Cantante, actriz, bailarina, compositora.
Después del escándalo Trevi, llamado así de algún modo, mediático, es una mujer valiente que supo trastocar la adversidad en éxito.
No vamos aquí a hurgar en su pasado tenebroso. Vamos a enaltecer, simplemente, su figura, su personalidad, su carisma; su condición de estrella del espectáculo.
Gloria Trevi cumple 50 años de edad y eso resulta una efeméride de polendas. Obvio, con las condiciones que nos subyugan hoy en tiempos electorales, seguramente ya no quiere ser presidenta de México. Hoy, su vida es más tranquila enfocándose en su familia y disfrutando el éxito que le brinda su carrera artística. Qué bien, con garra logró vencer a la adversidad.