El 24 de mayo de 2020,Hector Suárez Gomís recibió una llamada telefónica de su padre, quien le dijo que ya estaba harto de todo, y sólo quería, "meterse a la cama y no salir". Al notar en tono de su voz, supo que en el momento en que su papá se recostara, sería para no levantarse más.
Para intentar tranquilizarlo, le sugirió relajarse, poner una película de El gordo y el flaco que le había enviado por correo unos días atrás, y no pensar en nada más. Al colgar el teléfono se metió a Internet para buscar el primer vuelo disponible a la Ciudad de México, pues algo en su interior le decía que esa sería la última vez que lo vería con vida.
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"La última vez que lo vi fue el viernes 29 de mayo, estaba solo con él en su cuarto, lo tenía de las manos. Le estaba platicando, de pronto despertó, se sentó, consciente, perfecto. Cuando me vio, la cara se le transformó de alegría. Lo abracé y le dije, "si me estabas esperando, no te preocupes, ya llegué, estoy aquí, te amo con toda mi alma y estoy en paz". Nos abrazamos por tres minutos, y después le di un poco de agua", platicó el actor a El Sol de México.
Cuatro días más tarde, el 2 de junio de 2020, amaneció con la noticia de que su padre había fallecido durante la madrugada. Los siguientes días transcurrieron entre lágrimas y buenos recuerdos de la vida de don Héctor Suárez, a quien califica como un hombre profundamente amoroso, dulce y talentoso.
Y es que durante sus 81 años de vida, participó en más de 50 películas, alrededor de 30 producciones televisivas y obras de teatro, algunas de ellas al lado de El pelón Gomís, e incluso triunfó en Tik Tok (donde rebasó los cinco millones de plays) algunos meses antes de morir.
Por ello, su hijo considera que no le faltó nada por hacer, y su legado permanecerá por muchas generaciones. "Lo hizo todo, vivió plenamente para bien o para mal, con sus errores, sus grandes aciertos, entre fracasos y grandes éxitos. En sus 81 años lo hizo todo".
Fiel creyente de que los homenajes se hacen en vida, el actor se siente satisfecho con las muestras de cariño que su papá recibió por parte del público. Aunque recordó que la crítica no lo reconoció hasta después de su muerte, señaló que los fans nunca dejaron de aplaudir su talento.
"Nos vimos el 29 de febrero que vino a Miami, y me decía que ya no quería trabajar, y mejor se iba a dedicar a hacer sus conferencias que yo le estaba escribiendo. Como no lo vi triste, al día siguiente tenía llamado en Telemundo, y lo llevé a él y a Pablo (su hijo). Quería que vieran que estaba bien.
"En Miami tienen oficinas de todos los países de Latinoamérica, y todos bajaron a hacer cola para tomarse fotos con él, para decirle cosas lindas, o pedirle un autógrafo. Eso le dio mucho gusto, lo hizo muy feliz. Le dije: "Eso que te pasó (el cáncer que padeció) no te mató, sí, tienes una sonda conectada a tu riñón, pero eso no importa"".
Para continuar divulgando su legado, Héctor presenta el libro Gracias papá, en donde narra anécdotas sobre el actor, su amistad con Cantinflas, su relación con su abuela (quien fue un gran ejemplo para Héctor Suárez conforme iba creciendo), y algunos detalles de cómo él vivió personalmente los días posteriores a la muerte de su padre.