Su nombre por sí solo puede no decirle mucho, sobre todo a las nuevas generaciones. Sin embargo, la sola mención de canciones como “Soy rebelde”, “Por qué te vas” o “Corazón de poeta” basta para ubicar perfectamente a la cantante ojiazul que a los largo de los setentas y ochentas cosechó varios éxitos que trascendieron épocas e incluso barreras geográficas.
Jeanette siempre fue una figura singular, comenzando por su timbre de voz, entre infantil y etéreo, y su pronunciación, producto de cantar en un idioma distinto al de su lengua materna.
En todos estos años, y con excepción de un par de visitas promocionales, nunca había pisado México para cantar sus canciones. Tampoco es un artista que de muchas entrevistas. Por ello aprovechamos que finalmente este 27 de marzo de 2021 ofreció en este país su primera presentación, para platicar con ella.
Jeanette, ¿por qué nunca habías dado un concierto en México?
Es una buena pregunta, lo que pasa es que yo empecé a venir a hacer conciertos a Latinoamérica hasta el 2004, porque más bien había estado enfocada en Europa. Aquí empecé a venir cuando me trajeron para hacer un concierto en Colombia, después en Perú, Ecuador, Estados Unidos, y ahora México, que por fin pudimos hacerlo.
Pocos saben que tu debut en la música fue como parte de un grupo. ¿Quieres hablarnos de Pic-Nic?
Sí, ese fue el grupo con el cual yo empecé, estamos hablando de 1968, cuando nuestro único LP, que contenía una canción mía llamada “Cállate niña”, que fue número uno. Pero mira: éramos muy jóvenes, yo todavía estaba estudiando en aquella en un colegio de monjas americano, en Barcelona, pero a mi madre no le hacía ninguna gracia que yo me dedicara a la música y me dijo que me enfocara más a los estudios, y como yo era menor de edad pues no me quedaba más remedio que obedecer. A raíz de esto, el grupo Pic-nic se disolvió, y después, cuando ya tenía mayoría de edad, la compañía discográfica me buscó y me pidió que grabara, pero ya en solitario, porque el grupo ya no existía.
Una de las particularidades de tu estilo es que hiciste toda una carrera en la música hispana, aunque tú eres inglesa. ¿Cómo se dio esto?
Sí, yo nací en Londres, soy inglesa. Y cuando tenía dos años nos mudamos con mis padres a Estados Unidos, por lo que mi acento ni siquiera es inglés, sino americano. Pero después mis padres se separaron y mi madre, que es de descendencia española, decidió volver a España, así que nos mudamos a Barcelona, que fue donde conocí a los integrantes de Pic-Nic y empecé mi carrera musical, entonces yo tenía que cantar en español y fíjate que lo hablaba muy mal… De hecho, todavía no lo hablo muy bien, ¡después de tanto tiempo! (risas). Aún tengo mis fallas, pero yo creo que la gente ya se ha acostumbrado, pero esa fue la razón por la cual terminé en un país que no era el mío y cantando en español.
¿Y cómo entraron en acción personajes tan importantes para tu carrera como José Luis Perales y Manuel Alejandro?
Lo de Manuel Alejandro fue cuando ya empecé a cantar en solitario. Recuerdo que el director artístico de la compañía discográfica, que era Hispavox, me enseñó la canción “Soy rebelde” (de la autoría de Manuel Alejandro), que la verdad al principio no me gustó y no la quería grabar, pero la compañía insistió y bueno, cuando la escuché cantada por mí sí que me gustó. En ese momento Manuel estaba empezando como compositor, creo que estaba haciendo canciones para Raphael, pero yo no lo conocía tanto. Y lo mismo me pasó con José Luis Perales, que en aquella época, como yo ya estaba de moda, mandó a la compañía unas canciones y les dijo: “Esto es para Jeanette”.
Las canciones a las que se refiere eran: “Palabras, promesas”, “Escucha” y “Por qué te vas”, de las cuales esta última se convertiría en un hito que tuvo éxito en varios países del mundo, no solo de habla hispana, y que ha sido considerada por la prensa especializada como una de las mejores canciones españolas de todos los tiempos.
“Grabé las canciones sin saber quién era José Luis Perales también; parece que así los iba conociendo (risas). Ya después con Manuel Alejandro hice otro disco llamado Corazón de poeta (1981) que considero que fue mi mejor disco, sin duda alguna”, agrega.
Otro ingrediente importante en esa fórmula fue el timbre de tu voz, sumamente singular.
Sí, Manuel Alejandro me decía acerca de mi voz: “Nunca he conocido a una persona que tenga una voz tan pequeñita, y que al mismo tiempo dijera tanto”.
Sin duda tuviste grandes canciones durante los setentas y ochentas. ¿Por qué ya no hiciste más discos después?
Bueno, la verdad es que ha cambiado mucho la música en el mundo. Antes había veinte compañías discográficas y de repente nos quedamos con dos o tres. Y la verdad tampoco me estaba gustando mucho lo que me ofrecían, entonces decidí que si no iba a hacer algo que a mí me gustara mucho, prefería mantener lo bueno que tenía y concentrarme en mi repertorio, con esas canciones maravillosas de Perales y de Manuel Alejandro.
“Grabar por grabar ya no me apetecía, esa es la verdad… Como ya no había dinero, las compañías discográficas empezaron a hacer grabaciones, pero ya con arreglos mucho más sencillos, no como las que yo hacía, con grandes orquestaciones. Claro, es que el sonido ha cambiado mucho, y esa es un poquito la razón por la que lo he dejado. Luego la gente me pregunta: “¿Por qué no sacas algo nuevo?”, Hombre, yo sacaría algo nuevo, pero en óptimas condiciones y con mucha clase, cosa que ahora mismo está faltando mucho”, agrega.
Es importante lo que dices, porque actualmente casi ningún artista rechaza una oportunidad de grabar.
Claro, es que tú puedes ir a un cuarto de baño y grabar ahí mismo y con un teclado que te haga la batería, los violines y todo, pero el sonido no tiene nada que ver. Muchas veces me han dicho: “¿Por qué no regrabas “Corazón de poeta” y le pones otro arreglo?” Y yo digo: ¿Para qué? Si el arreglo que tengo es excepcional. ¿Para qué voy a hacer una chapuza con un teclado, cuando en mi canción se hicieron unos arreglos con sesenta músicos y con violines de verdad, guitarras, batería, bajo y trompetas de verdad? Muchos artistas lo hacen, pero yo me niego.
Su propio universo
Declaraciones como estas dan la impresión de que Jeanette se quedó atrapada en el tiempo y en un universo paralelo del cual no pretende salir, porque probablemente no haya nada mejor fuera de él.
Y así es casi todo cuando hablamos con ella. En lo que se refiere a colaboraciones con otros artistas, recuerda que ha aceptado invitaciones a hacer algo con Raphael o Coque Malla, aunque se apresura a aclarar que no acepta cualquier invitación, porque es exigente.
Sobre una breve colaboración que tuvo con el español Raúl Fernández, “Refree”, apenas la recuerda y no tiene reparo en decir que fue para un disco que no tuvo ninguna repercusión.
Algo que Jeanette experimenta de forma distinta a sus colegas es la percepción sobre las múltiples versiones que se hacen de sus canciones. Mientras que la mayoría de los artistas agradecen y hasta comparten los covers, ella parece restarles importancia, como sucede con el disco recopilatorio Contemplaciones: Homenaje iberoamericano a Jeanette (2015), en el que diferentes artistas indie de Iberoamérica le rinden tributo: “Te voy a decir la verdad, me parece que nunca lo escuché… O ya ni me acuerdo”.
¿Qué te parecen esos homenajes? Finalmente son un reconocimiento a tu trayectoria de parte de las nuevas generaciones.
Sí, sí, bueno… Ahora si ves en España está “Soy rebelde” cantada por dos chicas distintas, una es en una publicidad de sidra y la otra en una publicidad de no sé qué en Cataluña. Y sí, hay muchas versiones de mis canciones ninguna supera la mía; eso te lo digo yo ahora mismo, ninguna.
Jeanette se presentó por primera vez en México el pasado 27 de marzo, como parte de un concierto para un aforo limitado llamado Grandiosas, en el que también participaron las cantantes Dulce, Karina y María Conchita Alonso. Dicha presentación será transmitida vía streaming el 10 de abril a través de www.eticket.mx
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