Hay de estrellas de la música a estrellas de la música. Algunas más populares que otras. Pero sabemos que una agrupación es realmente popular, cuando su nombre rompe las barreras de lo estrictamente musical, para colarse en el imaginario popular de distintas formas.
En el caso de los regiomontanos Bronco, vaya que llegó a ser una agrupación popular. Más allá de los millones de discos vendidos y de los llenos totales en foros y estadios de cualquier tamaño, su huella se coló en historietas, perfumes, línea de ropa y botas, series, películas… y hasta telenovelas.
Es tal la cantidad de cosas que ha hecho esta agrupación en sus 36 años de historia, que uno imaginaría que ya no les falta nada por hacer, que ya han puesto en práctica todos los movimientos de la industria musical.
Pero siempre hay algo nuevo que intentar. En el caso de la agrupación fundada por Lupe Esparza, una de las estrategias que tenían pendientes era la de lanzar un material por su cuenta, es decir, de manera independiente, y ya no con una compañía discográfica grande, como lo hicieron durante toda su historia.
En este momento, la agrupación se encuentra promocionando una nueva canción titulada “¿Quién dijo yo?”, que a su vez forma parte de un disco llamado Bienvenida la Vida, que en algún momento darán a conocer.
“Ya queríamos volver a contar historias nuevas de Bronco, porque las demás historias de Bronco ya están muy contadas…” se sincera el propio Lupe Esparza durante el comienzo de nuestra charla.
Sobre la faceta independiente en la que ahora están trabajando, René Guadalupe Esparza -uno de los dos herederos de José que se sumaron a esta nueva alineación- asegura que están lanzando su propio sello (Qué Tono Music) pensado no sólo en sus futuras producciones, sino para probablemente también apoyar a nuevos talentos.
Para un grupo como Bronco, ¿cuáles son los pros y los contras de volverse independientes?
Lupe: “Yo creo que contras no hay muchos. Hemos aprendido de las cosas malas y buenas tanto de compañías disqueras, como de managers y oficinas de representaciones artísticas… Yo creo que la gran ventaja que tenemos es nuestra experiencia, porque obviamente a un grupo que recién empieza le costaría mucho más trabajo. Ahora todo depende absolutamente de nosotros, de lo que hagamos para que nuestro sello camine y que la gente se entere de que hicimos algo nuevo, y eso implica mucho trabajo y dedicación, además de tener un equipo muy calificado de redes sociales, promoción y plataformas digitales”.
Han dicho que René, José Adán y Javier son la sangre nueva del grupo. ¿Quiere decir que Bronco ya necesitaba una transfusión?
Lupe: (risas) No... no es que la necesitara, pero... Yo creo que este Bronco, en el papel, no debería de existir, porque Bronco terminó con la partida de Choche y de Javier, que ya había renunciado a eso. Pero yo, Lupe Esparza, me sentí con la necesidad y con las ganas de seguir el camino, haciendo historias. ¿Y qué podía perder si invitaba a los muchachos, que además estaban en su época de querer andar en la música… Aunque no iba a ser una labor muy fácil. Hasta ahora, después de 10 años de estar juntos con ellos, sentimos muy palpable el cariño de la gente que ya los ha aceptado como parte de Bronco.
¿Fue difícil esa transición?
Lupe: “Fue un hecho muy trascendental para mí, como persona y como cantante, pasar de una formación de cuatro individuos totalmente conocidos individualmente, como Ramiro, Javier, Choche y un tal Guadalupe Esparza, que pusieron la vara muy alta, pero ahora los muchachos me han demostrado todo el corazón que le pueden poner a esto que estamos haciendo; tanto así, que ahora realmente está en manos de ellos la producción y el avance de esto, mientras que yo ya sólo los superviso, pero muy superficialmente, porque me agrada lo que se está haciendo”.
Hablando de dificultades, ¿cómo recuerdas el periodo en el que regresaron pero no podían usar el nombre de Bronco?
Lupe: “Bueno… fue complicado, porque cuando decidimos el famoso reencuentro, en el que todo el mundo, incluidos nosotros, pensaba que iba a ser fabuloso y que la gente lo iba a estar esperando, pues... No resultó lo que se esperaba, y lo digo muy honestamente. Era una impotencia no sentir esa respuesta, aún estando los Broncos originales, seguramente tenía que ver con lo del nombre, que nos llamábamos El Gigante de América. Pero realmente sí fue complicada esa etapa, yo creo que fue tiempo perdido, porque teníamos puesto un freno de piso y no se pudieron hacer grandes cosas.
Menos mal que lograron recuperarlo.
Lupe: Sí, yo creo que hoy que ya rescatamos el nombre de Bronco y las ganas de hacerlo, todo eso nos ha ayudado para ir caminando poco a poco, aunque en ningún momento se puede comparar aquella época grandiosa de la Broncomanía, de la onda grupera de oro, con lo de hoy, pero estamos ahí, estamos presentes, y nos consideramos un grupo contemporáneo, no un grupo del recuerdo, por la música que estamos haciendo y eso nos llena de mucho orgullo”.
Han dicho que fueron el primer grupo de su estilo en romper la barrera de las clases sociales... Y luego también derribaron algunas barreras de los géneros musicales, con sus múltiples colaboraciones.
Lupe: “Algo hay de eso, pero no quiero adjudicarnos cosas que no son. Yo creo que sí se rompieron barreras socioeconómicas y fronteras también, porque Bronco ha tenido la dicha de estar hasta en Italia o España, y obviamente en todo América, incluyendo Brasil… Yo creo que tuvimos la bendición de que nuestras canciones tuvieran alas para llegar a lugares donde nunca imaginamos.
Hablando de romper barreras, en su disco Homenaje a los grandes grupos incluyen una versión de “Naila”, una canción cuyo origen muchos desconocen.
Lupe: “Sí, salió de un poema de García Lorca que en realidad se llama “La casada infiel” y que es la parte hablada de la canción, porque la parte cantada nosotros la agarramos de un grupo de Acapulco llamado La Amistad.
Esa parte es del oaxaqueño Chuy Rasgado.
Lupe: “Fíjate, qué cosas ¿no? Yo ni siquiera me había puesto a pensar en eso, pero es un hecho que esa es una de las canciones más representativas del grupo hasta la fecha, podríamos decir que es uno de los himnos de Bronco”.
A estas alturas de la charla, llegamos a un punto en el que se siente que podemos platicar casi de cualquier cosa. Por lo que nos atrevemos a ir un poco más allá.
Lupe, te parecerá una frivolidad, pero siempre he pensado que el bajista de Kinky -quienes por cierto aparecieron en el disco homenaje a Bronco, Tributo al más grande- te copió la forma de pararse en el escenario y de colocarse el bajo, casi a las rodillas.
“Tienes razón, aparte él es un gran amigo de nosotros, y yo creo que todos tenemos influencias de otros grupos o de otros artistas… No quiere decir que yo la haya tenido en él... Yo no lo había visto así, pero pudiera ser, porque realmente esa era mi manera de usar el bajo... muy abajo”.
La charla continúa, mientras seguimos repasando algunos de los periodos y de los proyectos más emblemáticos de esta agrupación. Salen por ahí discos como Primera Fila, del que Lupe asegura que marcó el reinicio de la historia de Bronco, y que a partir de ahí vinieron más cosas y hasta esta fecha que estamos haciendo música inédito una buena buena racha que se extiende precisamente hasta nuestros días.
Ya entrados en confianza, incluso sale por ahí la figura del aún gobernador de Nuevo León, el estado de donde surgió Bronco, y quien por cierto comparte apodo con ellos.
Lupe suelta una carcajada y puntualiza:
“N’ombre... ¡A cada rato veo memes sobre eso, y pues todo suma… ¿No? La verdad no sé por qué adquirieron ese sobrenombre para nuestro gobernador!
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