El colombiano J Balvin llevó por primera vez a Coachella un espectáculo completo de reggaeton, en la segunda noche de este famoso festival de música californiano, donde la banda australiana Tame Impala cubrió de color el escenario con un acto psicodélico.
Balvin, el rapero de de 33 años que ha colaborado con muchos famosos, desde Beyonce hasta Cardi B, se presentó ante miles de personas, algunas de ellas ondeando banderas de diferentes países de América Latina, en el primer espectáculo completo de reguetón en la historia de este festival que se celebra en el desierto de California.
"Pasaron 15 años para que el reguetón pudiera llegar a Coachella. ¡Estamos aquí!", dijo el cantante colombiano al iniciar su actuación.
El músico invitó a subir al escenario Rosalia, la innovadora del flamenco español que tuvo su propia actuación el día anterior, así como al estrella de dancehall Sean Paul, mientras bailarines vestidos Michelin se movían a su lado.
Además de hacer una reedición de su número con Cardi B y Bad Bunny en "I Like It", Balvin rindió tributo al reggaeton con una serie de estandartes del género, incluido el éxito "Gasolina" (2004), del rey de éste estilo musical Daddy Yankee.
"Hoy es un día muy especial", escribió el sábado en la mañana en Instagram.
"El último año, actué con Beyonce; hoy es nuestro turno, de los latinos y de los dreamers".
J Balvin se unió a una serie de cautivantes artistas latinos desde el escenario principal de uno de los festivales más importantes del mundo, incluyendo la banda mexicana Los Tucanes de Tijuana, la cantante chilena Mon Laferte, y la cantante cubana estadounidense Sabrina Claudio.
Un viaje teñido de ácido
Después de Balvin llegó al escenario Tame Impala, un grupo liderado por Kevin Parker, quien hace todas las voces e instrumentales en los temas de estudio de la agrupación.
Los músicos llevaron a los espectadores a un viaje teñido de ácido a través de un paisaje sonoro y visual ondulante.
El festival, que se realiza frente a las montañas de San Jacinto, también albergó varios actos electroacústicos, incluido el venerado y enigmático Aphex Twin.
El músico británico de 47 años, quien tiene fans de culto y es aclamado por su innovador tecnoambiental, tocó días después de haber hipnotizado en su concierto en Nueva York, su primera presentación ahí en décadas.
Mezclando las reglas de género
Christine y The Queens, el espectáculo de synth pop que ya es una sensación en Europa y está comenzando a ganar atención en los Estados Unidos, electrizó a la multitud con una muestra completa de sensualidad y dinamismo de género con fuegos artificiales, luces estroboscópicas y un equipo de bailarinas contorsionándose.
"Cuando me presenté hace tres años, les dije que era pequeña, francesa y estaba enfadada", dijo la estrella, de 30 años y conocida por el apodo de Chris, al hablar sobre primera actuación en Coachella.
"Yo diría que sigo siendo pequeña, sigo siendo francesa, sólo que ahora estoy cachonda", dijo este fenómeno de pop andrógina, que ha salido como pansexual, en medio de un aplauso rotundo.
Nacida con el nombre de Heloise Letissier, Chris, quien se deleita con la teatralidad de las actuaciones en vivo, dijo a la AFP antes que su presentación en uno de los escenarios más importantes de Coachella fue "más épico" que su debut en un espectáculo más pequeño.
"Lo que hago en el escenario es realmente sobre la piel humana y el sudor".
"Es pop, pero es soñar con un espectáculo pop que puede ser realmente carnal y bastante crudo".
Reconociendo su oportunidad ideal justo antes del muy esperado show de la estrella del pop adolescente Billie Eilish, Chris se rió diciendo "no sé qué va a pasar porque el público está esperando a Billie Eilish, creo que... tal vez tres personas estarán ahí fuera por mí".
Pero independientemente de que vinieran o no a verla, a juzgar por la reacción del público ante su actuación, que incluyó un mensaje desafiante que pedía liberarse de los rigores de la sociedad, Chris se encontró con una nueva base.
"Ella es increíble, es una mujer poderosa", dijo Sunny Park, una espectadora, de 36 años, que venía de Los Ángeles. "Estoy tan enamorada".