En Pere Lechaise, el cementerio de las celebridades en París, hay una tumba con el nombre de Jim Morrison, y aunque casi siempre está cubierta con flores frescas, la muerte del carismático vocalista de The Doors sigue siendo un misterio.
Son muchos los conspiranoicos que manejan una serie de hipótesis que van desde el suicidio hasta el asesinato. Lo cierto es que, a 49 años de distancia de la desaparición física del llamado Rey Lagarto, que hoy se cumplen, no faltan quienes aseguran que al igual se dice de Elvis Presley, el intérprete de Enciende mi fuego fingió su muerte para escapar de su turbulenta vida y refugiarse en la poesía.
Bueno, eso se dice…
El caso es que aquella mañana del 3 de julio de 1971, Pamela Courson encontró el cadáver de su amado Jim en la tina de baño del departamento donde vivían juntos, en la capital francesa, y aunque no hubo autopsia --se desconoce por qué razón-- el acta de defunción asienta oficialmente “infarto agudo de miocardio”.
Sin embargo, la versión que más circuló por aquellos días es que Morrison, reventado y autodestructivo como era, acudió al club nocturno Rock and Roll Circus de la propia Ciudad Lux donde supuestamente alguien le suministró heroína y lo llevó al departamento, pero, de ser así, ¿Pamela no se hubiera dado cuenta de lo que estaba ocurriendo y hubiese denunciado a ese “alguien”?
La cantante británica Marianne Faithfull, quien fuera novia de Mick Jagger, vocalista de The Rolling Stones, reveló en una entrevista a la publicación británica Mojo en 2014 que un tal Jean de Breteuil habría facilitado heroína de alta pureza a Jim, siendo así responsable de su muerte.
No obstante, también hay quienes descartan el pasón con heroína porque, si bien el cantante y poeta estadunidense nacido en Florida era adicto a drogas como el peyote, la mariguana y el LSD, sentía terror por las jeringas. Se cuenta que cierta ocasión que encontró a Pamela inyectándose la droga, fue en busca del tipo que la suministró para golpearlo.
Bueno, eso se cuenta…
Pero la leyenda sobre la misteriosa muerte del líder de The Doors va más allá, pues algunos “expertos” afirman que el padre de Jim sacó el cadáver de su hijo del cementerio con el fin de repatriarlo a Estados Unidos; aunque en Pere Lachaise se dijo que nadie, evidentemente, puede sustraer un cuerpo sin autorización, lo cual suena congruente.
Lo cierto también es que nadie, con excepción de Pamela Courson, vio el cadáver; pero Pamela falleció el 25 de abril de 1974, a causa de una sobredosis, llevándose el secreto a la tumba.
Ray Manzarek, el tecladista de The Doors, por su parte, echó más leña al fuego al declarar que: “Si existe un tipo capaz de escenificar su propia muerte, creando un certificado de defunción ridículo y pagando a un médico francés, para desaparecer hacia alguna parte de este planeta –África, quién lo sabe--, ese tipo es Jim Morrison. Él sí sería capaz de llevar todo esto a buen puerto”.
Lo también muy cierto es que Morrison forma parte del no menos enigmático Club de los de 27, esto es, esas celebridades del rock que han dejado de existir a la edad de 27 años, el cual incluye a Jimi Hendrix, Janis Joplin, Brian Jones, Kurt Cobain, Amy Winehouse y… hasta Pamela Courson, ¿qué tal?
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