Joan Manuel Serrat celebró una fiesta llena de música y poesía en compañía de miles de personas que se dieron cita en el Zócalo capitalino este viernes, para celebrar este show que formó parte de las actividades del 50 Festival Internacional Cervantino.
“Son cuatro gotitas”, bromeó haciendo referencia a la lluvia que empezó a caer minutos antes de iniciar. "Es un honor estar en la plaza mayor de México. Así puedo darles las gracias por tantas cosas que hemos vivido. Si han oído que es un concierto de despedida, no hagan caso, esto es una fiesta".
Los presentes no dejaron de cantar con entusiasmo los éxitos pertenecientes a los casi 40 discos que lanzó a lo largo de su carrera, iniciada en los años 60, entre los que destacaron Mi niñez, Señora, Dale que dale, El carrusel del furo, Lucía, Sinceramente tuyo, Penélope y Cantares.
Cabe recordar que el español forjó desde 1975 un vínculo muy estrecho con nuestro país, pues vivió un largo período aquí tras ser exiliado de su natal España durante la dictadura de Francisco Franco, luego de pronunciarse en contra del fusilamiento de tres militantes del FRAP y dos de ETA, acusados del asesinato de varios miembros de las fuerzas de seguridad.
Ese tiempo lo aprovechó para visitar distintos auditorios a bordo de un autobús que apodaron La Gordita, el cual lo llevó por toda la República. Desde entonces, las tierras aztecas se volvieron un punto obligado en sus giras.
Su guitarra lo acompañó en distintos momentos del show, en canciones como Hoy por ti mañana por mi y Algo personal, dos de las más coreadas de la noche. Por supuesto, su público no desaprovechó la oportunidad de gritarle que lo amaban e incluso hubo quien se atrevió a lanzar piropos.
Aunque el español no quería, la nostalgia se apoderó del lugar cuando tocó turno a De cartón a piedra y Canço de Bressol, pues algunos asistentes se conmovieron hasta las lágrimas, mientras repetían los versos de dichas canciones.
La cantante Úrsula Amargós llegó como invitada especial para el tema Es caprichoso el azar, al que le siguió Hoy puede ser un gran día, otro de los más celebrados del repertorio.
El cantante se tomó un momento para reflexionar sobre el cambio climático al interpretar en catalán el tema Pare, el cual escribió inspirado en la crisis climática que en los 70 comenzaba a formar parte del discurso mediático.
"Escribí esta canción en los 70. Siempre pensé que el ser humano tenía una cierta capacidad de reacción, era una visión muy optimista de la especie humana. Hoy sabemos que la cosa va de verdad", expresó.
Uno de los fans que se encontraba en las filas de hasta adelante elevó sus brazos para darle a leer un poema. Serrat solicitó que le alumbraran la cartulina para leerlo y, aunque no lo hizo en voz alta, agradeció el gesto.
La recta final del espectáculo se conformó por temas como Aquellas pequeñas cosas, Cantares, Esos locos bajitos y Penélope.
"En esta vida inevitablemente todo lo que empieza debe acabar. Si por mí fuera estaría cantando hasta la madrugada Quiero dar las gracias a la gente que me llevó a conocer este país, y me llevó a entenderlo. Prefiero que mi agradecimiento sea musical", finalizó.