Para el actor Darío T. Pie La Roña es el mejor vehículo para hablar de temas oscuros, burlarse de personajes intocables y hacer reflexiones sobre la vida diaria, o sea, en pocas palabras, es un agitador de conciencias, una voz que quiere despertar a los mexicanos y no solo divertirlos un par de horas en un centro nocturno, sino que regresen a casa un poco más valientes para hacer valer sus derechos.
“Sí, es una palabra fuerte, pero me gusta, agitador de conciencias, así es La Roña, no tiene pelos en la lengua y tampoco se detiene a decir lo que piensa, lo que ve, critica siempre a los malos de la historia de este México actual y claro, también quiere que la gente se divierta con su espectáculo que está a punto de cumplir quince años de carrera”, expresó el actor.
Darío hizo un recorrido en su memoria sobre los inicios de su carrera y recordó con cariño su andar por una ciudad que vivía de noche, la época dorada de los cabarets y centros nocturnos en la década los 80 y 90.
“Tuve la suerte de empezar cobijado por los grandes, como Fernando Luján, a quien le abría su espectáculo cada noche en un lugar que me trae gratos recuerdos, era El Rincón del Viejo Conde, en aquellos años experimenté muchas caracterizaciones, muchos personajes, el cabaret te permitía eso y más”.
T. Pie comentó que mucha gente no entiende del porqué es así el maquillaje de La Roña, se debe a que en su mente siempre empezó a armar ese rompecabezas antes de la creación del personaje.
“Vengo de una generación la cual se divertía de niño con las caricaturas, veía los dibujos animados en la televisión y me divertía mucho, además siempre fui un gran admirador de María Félix, era una mujer fuerte, derecha cuando hablaba, sin tapujos, por eso nació La Doña y a la gente le gustaba que hablara y me moviera como ella en el escenario, pero sobre todo, que tocara los temas actuales pero unos amigos me dijeron que dejara de hacerlo porque la señora que todavía estaba en vida podía demandarme, así que ahí nació La Roña, en un camerino, me pinté como en las caricaturas y salí al escenario, todo mundo quedó encantado”, señaló.
Tras la muerte de María Félix la fama de La Roña creció como la espuma, “todos querían ver a La Roña, hacían filas para entrar al lugar donde me presentaba, entraban y se maravillaban con el personaje, ahí el público empezó a entender porqué se veía así y hablaba de esa manera, pensaban que sólo era una imitación, pero aplaudían fuerte cuando se escuchaba la voz fuerte de reclamo de esa mujer que no solo dejó impregnada su belleza en el cine, sino que también fue crítica para el bien de su país”.
Quince años arriba del escenario, La Roña ha visto de todo y discutido con todo tipo de personas, siempre muestra su pasión y defiende con uñas y dientes su postura, “Ella nunca pierde, y si es necesario arrebata, es dura, implacable y divertida”, dijo.
Darío T. Pie reconoció que muchas cosas que se dicen arriba de un escenario pueden ofender a muchos, “claro, me he topado con todo tipo de público, pero al final del show entienden que se trata de una caracterización” y añadió que pocas veces La Roña se sorprende con el público, ella está acostumbrada a los reflectores, a los chiflidos de coqueteo, de admiración pero una vez si se quedó pasmada cuando entró al escenario en un campo de beisbol y vio que 35 mil personas la veían, fue impactante”.
Cuestionado sobre la posibilidad de que La Roña pisara el centro de la Ciudad de México, respondió tajante “no, claro que no, qué te pasa, la lluvia ha limpiado las calles, pero la imagen está muy sucia, ahora hasta Godzilla hace lo que quiere y pisotea a los comerciantes sin miramientos les cierra sus negocios sin que nadie los apoye, mientras, el gobierno se embolsa jugosas cantidades de dinero por la renta de las calles, pero nada de eso es para los vendedores”, expresó de manera furiosa.
También reconoció que fue conquistada por el oído de parte de Agustín Lara, sabe que era la musa inspiradora del compositor y que por eso tuvo una relación sentimental con el veracruzano, aunque ahora, duda mucho que preste atención a las
canciones de “amor” que se cantan actualmente.
¿Si Maluma llega y le canta al oído qué haría?
“Que no llegue a cantarme, ni que haga nada, mejor si me quiere tener contenta que llegue encuerado, si no, no me sirve”, expresó.
“A mí me gusta el escenario porque le gusta ver la cara a la gente, porque no hay mejor emoción para una actriz que sentirse admirada lo virtual nos hace perder la capacidad para ser sensibles y aunque es un medio importante siempre le apostará al show en vivo”, reveló.
Dijo que éstos XV años no pasarán inadvertidos “Alfredo Rodríguez está haciendo el diseño para el vestido de XV años, quien quiera verlo deberá de asistir los jueves en el teatro Royal Pedregal a las 20:30 horas”, finalizó.