A la edad de 12 años su carrera profesional empezó a despuntar con el musical Anita la huerfanita y en ese 1982 participó también en el festival Juguemos a cantar, años más tarde su presencia en Vaselina junto a la famosa banda Timbiriche la llevó a las alturas, su dedicación y amor por el teatro musical la han convertido en una de las figuras más importantes del escenario en México, por ello Lolita Cortés no se vislumbra haciendo otra cosa que no sea estar divirtiendo al público.
“Mi cuerpo está muy afectado, he sido diagnosticada por neurocirujanos, especialistas en columna y huesos, por ello ya no puedo hacer más acrobacias en obras como Peter Pan, es muy peligroso para mí, pero no puedo dejar de hacer lo que más me gusta, actuar y cantar”, señaló.
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Entrevistada en del jardín de Coyoacán, sentados junto a una de las bancas frente a la fuente de los Coyotes, a Lolita se le iluminó el rostro cuando platicó la relación laboral junto a su hija Dariana Romo, a quien cariñosamente llama Pelota.
“Sí, ahí sí me puedo apuntar una palomita, a ella le gusta el teatro como a mí, ya compartimos el escenario en dos ocasiones, la primera fue en Princesas en pugna y ahora en la divertida Toc Toc, pero eso sí, sólo somos compañeras de trabajo, pues ni la corrijo ni la mimo, ella es responsable de su trabajo”, expresó.
La también ahora abuela, dijo que esta nueva etapa la disfruta mucho, “mucho antes de que mi hija se embarazara yo ya me visualizaba cómo sería mi papel de abuela, el tiempo lo tengo en contra porque como te digo, mi cuerpo ya no responde como yo quisiera, hay ocasiones que me dan calambres y me caigo, no pierdo la conciencia pero sí pierdo el control motriz de mi cuerpo, no quería que llegaran mis nietos y yo ya no pudiera cargarlos”, expresó.
Como profesional, Lola Cortés dijo ser una mujer plena al respecto, “la gente de teatro crecemos con algún día ser parte del elenco de una obra importante, cuando lo logramos es lo máximo, pues te empujas al siguiente nivel, yo alcancé muchas metas al respecto, pero se sacrificó el tiempo con mi familia”, señaló.
Al respecto, platicó un poco más, “con mis hijos no celebraba sus cumpleaños en fin de semana porque estaba trabajando y muchas veces Dariana me hablaba y me preguntaba por qué yo no estaba con ella en un sábado o domingo por la noche y le tenía que explicar que estaba trabajando, para una niña de cinco años de edad es imposible entender eso, pero creo que ahora podré recuperar un poco de esa convivencia ahora que ambas somos actrices de teatro”, señaló.
A lo largo de los años 90, Cortés participó en diversos proyectos, incluyendo la puesta en escena del musical La Bella y la Bestia en 1997. En el año 2000: interpretó a Christine, en El Fantasma de la Ópera; un año más tarde dio vida a María Magdalena en la ópera rock Jesucristo Superestrella. Después vendría Dulce Caridad.
El teatro no musical también ha formado parte de la carrera de Lolita con obras como Los monólogos de la vagina y Confesiones de mujeres de 30.
También destaca en su carrera su participación, en varias ocasiones, como la implacable juez en el reality de La Academia y después en Bailando por un sueño.
Sobre su rol como mujer y empresaria, Cortés dijo que este 8 de marzo, Día internacional de la Mujer, no hay otra manera de festejarlo más que con trabajo, “para mí los días festivos, la época navideña o el diez de mayo significan tiempo de trabajo, nunca lo había pensado, pero sí los celebro, porque esos días el público sale a divertirse y yo estoy ahí para brindarles entretenimiento”.