Hace 64 años, en agosto de 1958, llegó al mundo Madonna Louise Ciccone en Bay City, Michigan, aunque se crió primero en Pontiac, un suburbio de Detroit, y luego en Rochester Hills.
Nació en el seno de una familia italo estadounidense numerosa; fue la primera hija de los ocho hijos que tuvieron Madonna, de quien heredó el nombre, ama de casa, y Tony, ingeniero de automoción.
“No diré que éramos pobres”, dijo en una entrevista en Larry King Live, de la cadena CNN, “pero definitivamente diría que éramos de clase media baja. Y vengo de una familia muy grande”, añadió.
De pequeña, contó al medio, era más una niña danzarina que cantarina. “Quiero decir, canté en coros escolares y en musicales escolares, pero me interesaba mucho más bailar que cantar”, comentó.
Cuando tenía seis años, su madre falleció de cáncer, lo que supuso un punto de inflexión en su vida. “Creo que ella tenía mucha fuerza”, dijo a Interview Magazine en 1989.
“No lo noté cuando era más joven, pero echando la vista atrás… estuvo enferma durante mucho tiempo y nunca se permitió ningún tipo de lástima por sí misma”.
Algunos años después, su padre se volvió a casar, algo que a Madonna le costó trabajo aceptar.
“Como todas las niñas, estaba enamorada de mi padre y no quería perderlo. Perdí a mi madre, pero luego yo era la madre; mi padre era mío”, contó a la revista.
La cantante sintió que se lo quitaban cuando contrajo segundas nupcias. “Fue entonces cuando dije: está bien, no necesito a nadie. Nadie va a partirme el corazón otra vez. No voy a necesitar a nadie”.
Tras un tiempo en la Universidad de Michigan, donde estudiaba baile, abandonó el centro y se mudó a Nueva York. Su objetivo entonces era labrarse un futuro en la danza; la música llegó, en cierto modo, por accidente.
Del baile a la música
Después de bailar durante años para muchas compañías, se dio cuenta de que aquello sólo le permitiría vivir al día, así que comenzó a ir a audiciones para musicales, en las que tenía que cantar.
“Y entonces la gente me oía cantar, y me decían: Oye, tu voz no es mala”, contó en Larry King Live.
En 1982 firmó contrato con el sello Sire Records, después de que un conocido DJ de Nueva York que aspiraba a ser productor le pasase a Seymour Stein, el jefe de la discográfica, el demo de “Everybody”.
En 1983 publicó su primer disco de estudio homónimo y ese mismo año llegó su primer éxito “Holiday”. El segundo no se hizo esperar y en 1984 Like a Virgin vio la luz.
A estos dos trabajos les siguieron otros como True Blue, Like a Prayer, Bedtime Stories y Ray of Light, entre otros. Su último álbum de estudio hasta la fecha es Madame X, publicado en 2019.
En la piel de Eva Perón
Madonna combinó su carrera en la música con la interpretación y participó en películas como A Certain Sacrifice, Desperately Seeking Susan, Who’s That Girl?, Shadows and Fog, The Next Best Thing y Evita. En esta última, un musical, la cantante se metió en la piel de Eva Duarte Perón.
“Recuerdo sentarme durante la Navidad de 1994 y escribir una carta apasionada al director Alan Parker, enumerando las razones por las que yo era la única que podía interpretarla, explicando que sólo yo podía entender su pasión y su dolor”, escribió en un diario que Vanity Fair publicó en 1996.
“Puedo decir honestamente que no escribí esta carta por mi propia voluntad. Fue como si alguna otra fuerza empujara mi mano a través de la página”.
En un mundo, el del espectáculo, en el que la edad pasa factura a las mujeres, Madonna se sigue rebelando y revelando como una artista decidida a seguir sus propias normas.
“Me han pateado durante toda mi carrera y gran parte de ello se debe a que soy mujer y también a que me niego a vivir una vida convencional”, dijo a Harper’s Bazaar en 2017.
“He creado una familia muy poco convencional. Tengo amantes que son tres décadas más jóvenes que yo. Esto hace que la gente se sienta muy incómoda”.
Madonna ha estado casada en dos ocasiones, la primera con el actor Sean Penn y la segunda, con el director de cine Guy Ritchie. Y tiene seis hijos, Lola León, fruto de su relación con Carlos León; Rocco Ritchie, de su matrimonio con el director; David, al que adoptó junto a Ritchie, y Mercy James, Stella Ciccone y Esther Ciccone, que adoptó en solitario.