Anouk Aimée, fallecida el martes a los 92 años, supo encarnar durante décadas una cierta elegancia en el cine francés, después de su enorme éxito con la película de Claude Lelouch "Un hombre y una mujer" (1966).
"Soy femenina, y ser mujer es una fuerza increíble", decía esta artista que supo también mantener su condición de estrella en el teatro.
Pero ante todo fue "Un hombre y una mujer", Palma de Oro en 1966 en Cannes, la que propulsó su carrera.
Gracias a esta apasionada historia de amor entre una viuda y un piloto de carreras (Jean-Louis Trintignant) Aimée logró un Globo de Oro a la mejor actriz y una nominación al Óscar.
La película fue además un éxito en todo el mundo gracias a su banda sonora, y a un pegadizo estribillo de la canción principal: "dabadabadá" (que cantaban en realidad Pierre Barouh y Nicole Croisille).
Décadas después, en 2019, volvería a reunirse con su compañero Jean-Louis Trintignant para rodar "Los años más bellos de una vida", una secuela perpetrada por el mismo Lelouch.
A lo largo de su dilatada carrera, Anouk Aimée trabajó con los más grandes del cine, como Bernardo Bertolucci, Vittorio de Sica, André Delvaux, George Cukor o Robert Altman.
Fue una inolvidable "Lola" para Jacques Demy, una mujer misteriosa para Federico Fellini en "La Dolce Vita" y en "Ocho y medio". Para Anouk Aimée, que trabajó mucho en Italia, Fellini era el "Mont Blanc" del cine.
En 2003 recibió un Oso de Oro en Berlín por el conjunto de su obra. En 2006 Cannes le rindió también un homenaje especial.
Fue en ese festival donde ganó en 1980 el Premio a la Interpretación Femenina por "Salto al vacío" de Marco Bellocchio.
Anouk Aimée estuvo casada con el cineasta Nico Papatakis, con quien tuvo una hija, con el cantautor Pierre Barouh (coautor, junto a Francis Lai, del "dabadabadá") y con el actor británico Albert Finney.
"Hay que ser femenina", insistía. "No mantener (en la pareja) relaciones de poder con el otro".
"Tuve la suerte de ser una mujer libre, pero nunca jugué a ser una mujer fatal", precisó.
Nacida el 27 de abril de 1932 en París, Françoise Dreyfus, su verdadero nombre, era hija de actores.
Adopta el nombre artístico Anouk tras su primer papel en "La Maison sous la mer" de Henri Calef (1947), a los 13 años. Luego, siguiendo una sugerencia de Jacques Prévert durante otro rodaje, adopta el apellido Aimée.
Fue lanzada en 1949 por André Cayatte en "Los amantes de Verona", luego encadena películas como "El telón carmesí" (Alexandre Astruc), "El hombre que veía pasar los trenes" (Harold French) o "Contraband Spain", codirigida en 1955 por Lawrence Huntington y Julio Salvador.
Robert Altman la llamará para su gran retrato de la moda parisina con "Prêt-à-Porter", en 1994. También filmará en Estados Unidos para Cukor y Lumet.
Anouk Aimée decía poder pasar mucho tiempo sin filmar. "No sé venderme muy bien, soy alguien que espera. Necesito que me empujen", decía.
Aun así, filmó en más de 80 películas... pero rechazó el papel interpretado por Faye Dunaway en "El caso de Thomas Crown" (1968).
"Me proponían tantas cosas, me daba vértigo, ya no sabía", se justificó.
En teatro su gran éxito fue "Love Letters", un diálogo epistolar del autor estadounidense Albert Ramsdell que interpretó centenares de veces, con varios compañeros encima de las tablas: Bruno Cremer, Jean-Louis Trintignant, Philippe Noiret, Jacques Weber y Gérard Depardieu.
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También trabajó para la televisión, especialmente en adaptaciones de grandes textos literarios.
Anouk Aimée vivía en su casa parisina de Montmartre, rodeada de cintas de películas, de gatos y perros. Era una defensora de la naturaleza y de los animales.