Paz Vega no se siente presionada ni nerviosa, aunque sabe que representará a uno de los personajes más importantes de las telenovelas mexicanas y que el nombre de Catalina Creel es muy familiar para el público, ella conserva la calma y espera que su trabajo guste al público como lo hizo la versión original.
"No pretendo hacer un trabajo igual o mejor al de María Rubio, será una villana muy diferente, adaptada a estos tiempos, una mujer poderosa y por lo tanto, muy inteligente. Se conservará la esencia de la historia, pero habrá que estar muy atentos, pues sólo serán 25 capítulos de los 170 que se grabaron originalmente y por ello cada diálogo, cada frase y cada cambio que tendrá Catalina Creel serán muy importantes, en la lectura me impactó el poder de esta mujer", expresó la protagonista española.
Bajo la dirección de Giselle González, Cuna de lobos versión 2019 es parte de un proyecto de La fábrica de sueños, que revivirá las 12 telenovelas más exitosas de Televisa en las últimas décadas y en una versión más corta y actualizada, busca llevarle al público parte de su gran producto de entretenimiento.
Pero aquí no sólo Catalina Creel sufrirá cambios, sino los personajes jóvenes, o sea, la pareja que en su tiempo fue conformada por Alejandro Camacho y Rebecca Jones en 1986, ahora se verá representada por José Pablo Minor y Diego Amozurrutia, una pareja gay que llevará a Creel a expresar sus torcidas intenciones y su brillante mente para crear los peores conflictos posibles para que los enamorados siempre estén bajo su dominio y sientan que sin ella, no tendrán una vida feliz.
Pero el papel que interpretó en su tiempo el fallecido Gonzalo Vega (José Carlos), ahora será interpretado por Gonzalo García Vivanco, quien tendrá como pareja a Paulette Hernández quien ya cuenta con algunos proyectos televisivos, pero es un rostro muy fresco en las telenovelas.
García Vivanco ya había debutado en las telenovelas mexicanas en el 2008, cuando fue pareja sentimental del personaje interpretado por Dulce María dentro del melodrama Verano de amor.
Paz Vega reveló a Organización Editorial Mexicana que conforme conoce más los alcances de su personaje, más ideas se le ocurren a la producción.
"Es increíble este equipo, Giselle sabe muy bien lo que tiene en las manos y lo va a exprimir lo más que pueda, la historia es poderosa, llena de muertes, de intrigas, de secretos no revelados y más que nada, de manipulaciones, de verdad que esa mujer es muy malvada", expresó la protagonista.
En la historia original que arrancó en 1986, los televidentes mexicanos quedaban asombrados en cada capítulo, pues la maldad de Catalina Creel no tenía medida, ya que asesinaba sin remordimiento alguno a todos los que intentaban revelar sus secretos, siendo el más peligroso, que conservaba el ojo que aseguraba, perdió por culpa de su hijastro, interpretado por Gonzalo Vega.
"El parche es el objeto más importante del personaje, no puede existir Catalina Creel sin el parche, el público se quedará asombrado cuando vea cómo esta mujer mueve los hilos de su familia, su negocio y su poder de manipulación con todos las que la rodean, es una verdadera pesadilla", expresó Paz.
Para la actriz, aceptar este reto significó dejar a su familia y su querida España por un tiempo para asumir este reto, "no será tan largo como otros proyectos, sólo serán 25 capítulos los que filmaremos, es como hacer una película en cuestión de tiempo", dijo.
Nacida en Sevilla, España en 1976, la actriz es una de las más queridas en su tierra y su biografía abarca trabajos tanto en televisión y cine donde fue una chica Almodóvar, hasta una Borgia para la industria de Hollywood.
Su papel que la levó a la fama fue en el cine con la cinta Lucía y el sexo (2001) y un año después se ganó a la crítica por su trabajo en Sólo mía (2002), ambas películas le valieron para ser nominada a los Premios Goya, aunque tras convertirse en chica Almodóvar con la película Hable con ella (2002), su trabajo en El otro lado de la cama (2003), le valió los más positivos comentarios y la llevó a Hollywood para trabajar con Adam Sandler en la comedia Spanglish (2005).
Para Giselle González no fue difícil entregarle este protagónico a Paz. "Fueron meses de búsqueda para encontrar a la actriz que llevara este personaje, es una villana icónica, no es cualquier cosa, mucho menos después de lo que hizo María Rubio en 1986, pero la capacidad actoral de la española nos dejó a todos convencidos que era ella la indicada, imagínense, ha sido premiada internacionalmente y buscábamos a una Catalina joven, sensual, distinta a todo lo que fue el personaje que interpretó María", expresó.
