Este 20 de abril se conmemora el aniversario luctuoso número 29 de uno de los personajes más querido y recordado por los mexicanos; se trata de Mario Fortino Alonso Moreno, mejor conocido como Mario Moreno “Cantinflas”, cuyo legado cultural fue el verbo “cantinflear”.
“Cantinflas” fue un comediante de humor blanco de la época de oro del cine mexicano, quien atrapó al público con su particular forma de expresarse, misma que confundía a sus interlocutores, pues mezclaba trabalenguas y monólogos que no tenían lógica alguna, siempre con una entonación muy peculiar, propia de los barrios populares de la Ciudad de México.
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Esta manera de hablar llegó a convertirse en un emblema cultural que se replicó a lo largo de México y demás países de habla hispana, que originó toda una gama de palabras que hacían referencia a este personaje, naciendo el verbo “cantinflear”.
Fue para 1992 cuando la Real Academia Española (RAE) aceptó la inclusión de esta palabra, dándole reconocimiento oficial como verbo, cuyo significado es hablar o actuar de forma disparatada e incongruente, y sin decir nada con sustancia; como quien dice, es hablar mucho sin comunicar nada útil, o utilizar frases incoherentes y absurdas.
De acuerdo al poeta y escritor miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, Vicente Quirarte, “cantinflear” sintetiza la forma de ser del mexicano, caracterizado por utilizar una gran cantidad de palabras antes de llegar al mensaje nuclear, a como lo hacen los merolicos, quienes rezan todo un discurso envolvente y hueco, pero llamativo, con la intención de convencer a un cliente de que le compren sus productos.
Para Quirarte, la definición de la RAE de “Cantinflear” se queda corta. “va más para allá. Es un habla que resume toda la preocupación popular desde que México comenzó a ser independiente (…) “Cantinflas” lo que hace con todo este lenguaje enredado es precisamente ganar un sitio en la sociedad que está viviendo. En sus películas, “Cantinflas” siempre está burlándose de las clases potentadas, utiliza su verbo para conquistar mujeres o también superar al compañero con el que está. Siempre se quería llevar la voz cantante y lo lograba fundamentalmente por su arrojo, pero en gran parte por su habilidad verbal”.
Algunas de las frases más recordadas de “Cantinflas”, en las cuales el verbo “cantinflear” se hace presente, son:
- 1. "No es lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario".
- 2. Hay momentos en la vida que son verdaderamente momentáneos.
- 3. Yo amo, tú amas, él ama, nosotros amamos, vosotros amáis, ellos aman. Ojalá no fuese conjugación, sino realidad.
- 4. Ahí está el detalle, que no es lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario.
- 5. Artista: nombre que se dan muchos artesanos.
- 6. "¿Cómo dice que me dijo que dijo?"
- 7. Si se necesita un sacrificio... renuncio a mi parte y agarro la suya.
- 8. El mundo debería reírse más, pero después de haber comido.
- 9. Algo malo debe tener el trabajo, o los ricos ya lo habrían acaparado.
- 10. Los momentos pasan y los minutos también... y luego hasta los segundos. Luego, de segundo en segundo, agarra uno el segundo aire. Y luego tú tan chula que eres. Y uno tan enamorado..."
- 11. Y como decía Napoleón: El que parte y reparte, le toca su Bonaparte
- 12. Todas las ideas son respetables aunque sean ideítas o ideotas
¿Quien fue Mario Moreno “Cantinflas”?
De origen humilde y familia numerosa y antes de debutar como actor en el cine nacional en 1936, Mario Moreno desempeñó diversos oficios como cartero, taxista, limpiabotas y boxeador. A diferencia de otros actores, no tuvo que esperar mucho para que le dieran un protagónico, pues un año después filmó Cara o cruz. El éxito fue tal que entre 1940 y 1941 grabó siete películas.
Era la época de oro del cine nacional, por lo que en poco tiempo Mario Moreno logró la fama en todos los países de habla hispana; incluso incursionó en Hollywood, aunque la comicidad de su lenguaje no se reflejaba de la misma forma en el idioma inglés.
También fungió como empresario y estuvo involucrado en la política de México. Aunque fue conservador, su reputación como portavoz de los desprotegidos le dio autenticidad, convirtiéndose en una figura importante en la lucha contra el charrismo sindical.
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Mario Moreno murió el 20 de abril de 1993, a la edad de 81 años en la ciudad de México a causa de un infarto al corazón provocado por el cáncer de pulmón que padecía.
Publicado originalmente en El Heraldo de Tabasco